viernes, 17 de noviembre de 2017

LA UNA NO SE MERECE ESTE TRATO

LA UNA NO SE MERECE ESTE TRATO
Por David Galeano Olivera (*)
       El viernes 17 de noviembre de 2017, el Consejo Superior Universitario de la centenaria Universidad Nacional de Asunción tomó la ingrata decisión de ir a un paro administrativo y académico ante la negativa parlamentaria de aprobar el presupuesto solicitado. La medida durará una semana y tiene por finalidad reclamar -nada más y nada menos- un presupuesto JUSTO que permita una paga apenas digna a sus funcionarios, docentes y para la cobertura de sus necesidades estructurales básicas. Qué pena!


       Pensar que estamos hablando de una universidad centenaria que dio muchos frutos al Paraguay y que ni siquiera necesita demostrar el valor social que tuvo y que tiene. Se le podrá cuestionar una y mil cosas pero pese a todo, la UNA sirvió al Paraguay como ninguna otra institución creada a lo largo de la historia de nuestro país. Probablemente más de uno, como es costumbre, levantará su dedo acusador y sacará más de un trapito sucio que afectó y todavía sigue afectando a la UNA; sin embargo, la cuestión no pasa por asfixiar y matar a la institución, sino todo lo contrario, pasa por brindarle los recursos necesarios para mejorar y fortalecer su gestión.

       Es una vergüenza que en la UNA existan hasta hoy funcionarios que ganan un sueldo miserable y profesores que reciben una paga que da lastima, cuando que en el Ministerio de Hacienda, sus autoridades y funcionarios, lucran vergonzosamente con el dinero público derivado del cobro de las multas impositivas; o cuando en Itaipu y Jasyreta los funcionarios tienen 3 ó 4 aguinaldos jugosos y sueldos del primer mundo. Es más triste aún saber que los parlamentarios al negarle a la UNA el presupuesto solicitado, dotaron de más recursos millonarios a los partidos políticos a través de una subvención hasta ahora inexplicable.

       La actitud parlamentaria es una actitud hipócrita pues mientras por un lado reclama mejoras en la educación, por el otro lado mutila y hiere de muerte a la Universidad Nacional de Asunción. Que triste es tener que ver a funcionarios y docentes cerrando calles, haciendo manifestaciones y realizando un paro para reclamar lo que de manera casi justa y ni siquiera digna, le corresponde. Y pensar que hace dos años y hace un año, el denominado movimiento UNA NO TE CALLES hizo temblar al país. Hoy todo quedó en el oparei. Ni las cenizas de aquello se ve. Que bueno sería ver también a esa valiente, alegre y decidida juventud universitaria sumar sus voces de protesta en beneficio de la aprobación del presupuesto originalmente solicitado por la UNA y recortado sin contemplación alguna por los parlamentarios en beneficio, por ejemplo, del subsidio a los partidos políticos.

       Cuando algunos reclaman la escasa producción científica de la UNA o también su escasa presencia social mediante actividades de extensión, a esos conviene recordarles que poco o nada se puede hacer sin dinero. Al final, así las cosas... es muy fácil criticar. Deben saber que en la UNA existen docentes de alto nivel profesional, con una excelente formación académica y científica, con la mejor intención de hacer bien las cosas, pero que se encuentran atados de pies y manos cuando no disponen de los recursos pedagógicos y científicos necesarios para su cometido.

       Señores parlamentarios: la UNA no se merece este trato. No es justo que ella tenga que ponerse de rodillas para mendigar lo que necesita para vivir y cumplir con su misión. Ojalá, por amor a la patria, a sus madres y a sus hijos -ni siquiera por amor a la educación o a la ciencia- revean su postura poco edificante y concedan a la UNA lo que se merece.

(*) Profesor Titular de la UNA


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