¡EL
INSTITUTO DR. ANDRÉS BARBERO YA ES FACULTAD DE LA U.N.A.!
Por:
David Galeano Olivera
Leer
original (hacer clic) en
(http://lenguaguarani.blogspot.com/2018/09/el-instituto-dr-andres-barbero-ya-es.html)
El
Consejo Superior
Universitario de la Universidad Nacional de Asunción
elevó al Instituto Dr.
Andrés Barbero a la categoría de Facultad de la UNA, la número 13,
con la denominación de Facultad de Enfermería y Obstetricia de la
Universidad Nacional de Asunción (FENOB-UNA);
la resolución de referencia es la Nº 0527-00-2018, de fecha 5 de
setiembre de 2018; y el 6 de setiembre de 2018, por resolución Nº
2301/2018, el Prof.Ing.Civ.
Héctor Amilcar Rojas Sanabria, Vicerrector - Rector en ejercicio de
la UNA; nombró a la
Prof.Lic. Nancy Marlene
Mújica Ojeda, como Encargada de Despacho del Decanato de la Facultad
de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional de Asunción.
De esta manera, luego de 55 años de su incorporación a la
Universidad Nacional de Asunción, finalmente el Consejo Superior
Universitario de la misma hizo justicia y saldó la deuda pendiente,
al elevar a la categoría Facultad a esta benemérita, digna,
perseverante y progresista unidad académica, que siempre honró con
creces su condición de miembro de la gran familia de la UNA.
Acerca
de tan significativo acontecimiento, cabe recordar que en
1941,
en virtud del Decreto
Nº 8925,
se constituyó la Escuela
Polivalente de Visitadores de Higiene
dependiente del Ministerio de Salud Pública y Previsión Social, a
instancias del
Dr.
Andrés José Camilo Barbero Crosa,
ilustre y sensible ciudadano, el único y más ejemplar filántropo
que tuvo nuestro país, nacido en Asunción el 28 de julio de 1877,
hijo de la pareja de inmigrantes italianos: Juan Barbero y Carolina
Crosa.
Luego, por Decreto
del Poder Ejecutivo Nº 17865
del 5
de abril de 1943,
pasó a denominarse Instituto
de Enseñanza del Personal Femenino Auxiliar de Salud Pública “Dr.
Andrés Barbero”,
como merecido homenaje a su creador.
Más adelante, el
17
de octubre de 1963,
según Acta
Nº 89, Resolución Nº 2,
por unanimidad de votos se
decidió incorporarlo a la Universidad Nacional de Asunción
y el
9 de noviembre de 1963,
se estableció el Convenio por el cual se incorporó el Instituto
“Dr. Andrés Barbero” a la Universidad Nacional de Asunción.
Hasta
aquí la cuestión objetiva, ahora paso a lo subjetivo...
Cuando
ese mismo día -5 de setiembre pasado- me enteré de la noticia, me
embargó una indescriptible emoción y una inocultable felicidad y me
dije que debía tomarme un tiempo para escribir algo diferente que
sintetice la razón de este sentimiento tan especial e intenso,
que estoy seguro -que al igual que a mí- embarga a los directivos,
docentes, egresados y estudiantes de la institución. Aclaro que no
soy ni enfermero, ni obstetra, pero estoy seguro que si naciera de
nuevo lo más probable es que hubiera elegido a ambas como vocación. Cabe
mencionar que mi hija, Norma, es egresada del IAB. Pero mi relación -de “atracción fatal”- con el Instituto Dr. Andrés
Barbero empezó en 1986 y desde entonces y hasta hoy, “vi pasar
mucha agua bajo el puente”. En concreto, de los 55 años de
historia del IAB en la UNA, me tocó vivir -desde adentro- más de la
mitad del tiempo de esa rica historia.
En
este año 2018 cumplo 32 años como docente de ambas carreras:
Enfermería y Obstetricia; habiendo también trabajado allí como
funcionario desde 1986 y como jefe de planeamiento por casi diez
años. Era en el antiguo edificio en el cual posteriormente se
construyó el nuevo Hospital Reina Sofía de la Cruz Roja Paraguaya y
la directora de entonces era la Lic. Otilia Gauto de Medina,
en tanto que, la directora de la Escuela de Enfermería era la Lic.
Noemí Ríos y la directora de la Escuela de Obstetricia era la Lic.
Yilda Benítez. Luego, nos mudamos en el edificio ubicado enfrente
donde por muchos años funcionó el Hospital del Cáncer y del
Quemado, propiedad de la Fundación La Piedad, administradora de los
bienes del Dr. Andrés Barbero. Allí, en el año 1989, se produjo
una huelga de estudiantes y docentes que paralizó las actividades
del instituto que fue tomado por los estudiantes, no permitiendo la
entrada a casi nadie y recuerdo que entre los privilegiados que
podían entrar, estaba yo. De la dirigencia estudiantil de ese
tiempo, luchadoras, son las hoy licenciadas Irene Careaga
(Enfermería) y Arminda Vera (Obstetricia). Esa movilización eligió
como directora general a la Lic. Noemí Kunzle de Sarubbi. Con
esa designación, la UNA resolvió también que el Instituto Dr.
Andrés Barbero pase a depender de la Facultad de Ciencias Médicas,
a través de su director académico, el Prof.Dr. Juan Jaime Bestard.
Tiempo después -en el año 2004- tras otra movilización, el IAB fue
intervenido por la UNA, que nombró como interventor al Prof.Ing.Civ.
Héctor Amilcar Rojas Sanabria, actual Vicerrector – Rector en
ejercicio de la UNA; quien ejerció ese rol hasta el año 2006,
en que por elección de ambas carreras, fue nombrada como Directora
General, la Lic. Rosalía Rodríguez de López y durante la
administración de la misma, el miércoles 23 de setiembre de 2009,
el Instituto Dr. Andrés Barbero inauguró su actual sede en el
Campus Universitario de la UNA, en San Lorenzo. Por último, por
resolución Nº 131/2015 del Rector de la UNA, Prof.Ms. Abel
Concepción Bernal Castillo, nombró a la Lic. Nancy Marlene
Mújica Ojeda, como Directora General del Instituto Dr. Andrés
Barbero, quien -a partir de la resolución Nº 2301/2018, del 6 de
setiembre de 2018- es la Encargada de Despacho del Decanato de la
Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional de
Asunción (FENOB-UNA). Las directoras de carreras actuales son la
Lic. Miguela Hermosilla (Enfermería) y la Lic. Teresa
Moreno (Obstetricia).
A
lo largo de este tiempo, me tocó compartir muchos acontecimientos y
colaborar en varios de ellos. Además de mis clases, me tocó por
varios años tomar los exámenes de ingreso para ambas carreras y
también tuve el privilegio de tomar el primer examen de ingreso
(Lengua Española) en San Estanislao, primera sede del IAB en el
interior del país. Del mismo modo, oficié como maestro de ceremonia
en varias oportunidades en actos organizados por la institución,
actos de graduación, actividades de ambos centros de estudiantes o
de los egresados. Asimismo, acompañé algunas “conspiraciones”
ayudando a elaborar las notas en las que se solicitaron los
nombramientos -en sus respectivos momentos- de la Lic. Noemí Kunzle
de Sarubbi y de la Lic. Rosalía Rodríguez de López. Igualmente,
colaboré en la redacción del primer documento por el cual se
solicitó la elevación del IAB a Facultad. En tantos años, me tocó
conocer a gente con un gran compromiso con ambas carreras, y en cuyo
nombre me permito recordar, por una parte a la Lic. Alba Colmán,
quien en el 2006, cuando el IAB solicitó su desanexión de la
Facultad de Ciencias Médicas, se encadenó frente a la entrada de
dicha Facultad exigiendo dicha reivindicación, mientras yo me
encargaba de llamar a diferentes radioemisoras para que ella sea
entrevistada al respecto; y, por otra parte, en “tiempos de paz”
menciono a una gran señora, la Lic. Jorgelina Espínola, obstetra de
alma, amable como ninguna, de alegría contagiante y de esmerado
trabajo con los docentes y estudiantes. En la persona de ambas, debo
manifestar que en el IAB hice la mayor cantidad de amigos y amigos
que conozco.
Del
mismo modo, debo señalar que además del Instituto Dr. Andrés
Barbero, ahora FENOB-UNA, ejerzo la docencia en varias otras
facultades de la UNA: Politécnica, Facen y Filosofía, en otras
palabras, soy el clásico profesor taxi y debo dejar constancia que
el Andrés Barbero es una institución especial que no se parece a
ninguna otra. Allí conocí a gente digna, sacrificada,
luchadora hasta el final por sus principios y por sus
reivindicaciones, amante de su profesión y capaz de realizar lo
impensable por una causa que considera justa. Con el tiempo me
convencí que ellas y ellos constituyen una estirpe especial, una
“raza” diferente. Las y los he visto en innumerables
movilizaciones, manifestaciones y huelgas, por mejoras académicas,
salariales, gremiales y sociales de toda laya, como ocurrió -como
muestra vale un botón- en UNA NO TE CALLES, donde codo a codo lucharon por
sanear y mejorar la UNA.
Por
todo lo expuesto, me resulta imposible abstraerme de esta
circunstancia tan pero tan especial y feliz y es por ello que me
permito, humildemente, expresar mis congratulaciones a todos los que
contribuyeron a favor de este extraordinario y bien merecido logro
institucional y de manera especial expreso mi gratitud a las
autoridades de la UNA por hacer justicia con el IAB, al elevarlo a la
categoría de Facultad.
Finalmente,
una honrosa recordación al mentor de esta gran institución, el
ilustre y único filántropo paraguayo, el Prof.Dr. Andrés Camilo
José Barbero Crosa que -donde quiera que se encuentre en la
eternidad- estoy seguro que estará orgulloso de saber que la
institución que alguna vez creó, llegó al sitial más elevado que
podía aspirar.
¡SALUD,
PROSPERIDAD Y LARGA VIDA... FACULTAD DE ENFERMERÍA Y OBSTETRICIA
U.N.A. (FENOB-UNA)!
No hay comentarios:
Publicar un comentario