LA
U.N.A. SE MERECE UN PRESUPUESTO DIGNO
Por:
David Galeano Olivera (+)
Leer
original (hacer clic) en
(https://lenguaguarani.blogspot.com/2018/11/la-una-se-merece-un-presupuesto-digno.html)
Leer
también en
(https://dgaleanolivera.wordpress.com/2018/11/12/la-u-n-a-se-merece-un-presupuesto-digno/)
Siempre
escuchamos a los políticos y gobernantes de turno decir que le darán
prioridad a la educación pero eso no pasa de ser una mera, retórica
y proselitista expresión de deseo pues a la hora de la verdad, nos
demuestran -con los hechos- cuan mentirosos son. En Guarani eso se
llama tovamokôi. Sin duda, resulta penoso ver que los que nos
dedicamos a la actividad académica tenemos que seguir mendigando por
el mentado 7% para la educación, sabiendo que aún estamos
lejos, muy lejos, de llegar a ese objetivo que es lo mínimo, mínimo,
que se debe invertir para recibir los efectos benéficos de la
educación, eso, si partimos de la premisa que el Estado
verdaderamente desea la excelencia y la calidad. En realidad,
Paraguay debería invertir un 10% o más en ese cometido, ya que
nuestra situación, en general, es muy pobre.
Son
muchos los que le reclaman más a la Universidad Nacional de
Asunción pero es imposible dar más cuando no están dadas las
garantías financieras que permitan lograr más. Definitivamente en
la UNA existen excelentes docentes pero absolutamente
limitados por la disponibilidad financiera y por la infinita
burocracia. También existen otros, entre quienes se incluye a los
propios parlamentarios, que reclaman la corrupción dentro de la
universidad pero también esas personas deben reconocer que
UNANoTeCalles cooperó notablemente a denunciar y sancionar
los hechos de corrupción y a transparentar la gestión de esta
centenaria institución formadora de los más importantes
intelectuales del Paraguay. Lo que no está bien es que ambos
cuestionamientos sean siempre la cantinela de unos cuantos para
limitar al mínimo la asignación presupuestaria de la UNA y
que, en el fondo, no desean el mejoramiento de nuestro país y que
atendiendo a los intereses particulares, se dedican a potenciar a las
instituciones de educación superior privadas. Es como que existe una
aviesa intención de menospreciar a las universidades públicas en
beneficio de las universidades privadas, lo que constituye una
abierta tendencia político-empresarial.
Ojalá
el gobierno del actual Presidente de la República se ponga los
pantalones largos y haga una apuesta decidida a la educación y en
especial a la educación superior y que asigne ese presupuesto digno
y justo a la Universidad Nacional de Asunción y que ello permita
encarar con fortaleza los grandes procesos de cambios que nuestro
país se merece. En las condiciones actuales eso es imposible y
tampoco será factible asignando un “puchito” cada año. Conviene
recordar que la única herramienta generadora de cambios sociales
positivos en el mundo es la educación y todos los países que
hicieron una fuerte y transparente apuesta a la educación lo saben y
nunca se arrepintieron de ello y como consecuencia hoy gozan de una
notable, alta y provechosa calidad de vida social.
Es
inhumano, no es justo, no es indigno y es denigrante para el
mismísimo Estado Paraguayo seguir retaceandole un presupuesto
digno, justo y acorde a los tiempos que vivimos a la UNA y a las
demás universidades públicas, limitándoles toda posibilidad de
fomentar, potenciar y fortalecer la actividad académica, la
investigación científica, la producción intelectual y la extensión
universitaria. Pero es más inhumano, más injusto, más indigno y
más denigrante seguir teniendo docentes, eternos encargados de
cátedras, sin posibilidad de concursar por falta de rubros y ganando
una miserable paga promedio de un millón de guaraníes. Quien puede
vivir con esa paga?, Quién puede trabajar a tiempo completo para la
universidad con esa paga?. Que la educación es un apostolado es una remanida sentencia que siempre escuchamos pero vale la pena aclarar
que los docentes que vivimos en este tiempo y el día a día, no
somos ya los apóstoles de Cristo. Somos de carne y hueso, tenemos
familia, debemos comprar alimentos, medicamentos, ropas y si se puede
libros y todo eso es imposible hacerlo con la escasa paga
universitaria. Se torna imperioso dar a los docentes universitarios
la estabilidad laboral debida, lo mismo que la categorización y
recategorización -por igual- a todos los demás docentes de la
Universidad Nacional de Asunción.
La
función de los docentes, de los estudiantes y de los funcionarios de
la universidad es la de dedicarse a la actividad académica, sin
embargo, como cada año, hoy docentes, estudiantes y funcionarios
deben salir a las calles, a manifestarse y a reclamar el presupuesto
requerido. Eso demuestra a las claras el poco interés que existe en
mejorar la educación. Nos sigue causando vergüenza saber que un
funcionario parlamentario, auxiliar administrativo, gane diez
millones de guaraníes o que los presidentes de Itaipu y Jasyreta
perciban más de cien millones. Esa es hasta ahora la vara que nos
mide y nos demuestra que la educación tiene poco valor para quienes
ejercen el poder en nombre del pueblo.
Como
cada año, solicitamos un presupuesto digno y justo para la
Universidad Nacional de Asunción y la categorización y
recategorización -por igual en cada categoría: auxiliar,
contratado, encargado, asistente, adjunto y titular- de todos los
docentes de la UNA. Ojalá el gobierno que cumplió sus cien primeros
días asuma el desafío y de una vez por todas fortalezca la
educación de nuestro país, con la asignación de la partida
presupuestaria que atienda con holgura las urgentes necesidades que
existen en la materia. En ese cometido, ninguna excusa será
válida...
(*)
Profesor Titular y ex Director General Académico de la Universidad
Nacional de Asunción.
ooo000ooo
Leer
PUBLICACIÓN
ANTERIOR,
en
(https://dgaleanolivera.wordpress.com/2017/11/21/la-una-y-la-educacion-paraguaya-no-se-merecen-este-ministerio-de-hacienda/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario