martes, 21 de noviembre de 2017

LA UNA Y LA EDUCACIÓN PARAGUAYA NO SE MERECEN ESTE MINISTERIO DE HACIENDA

LA UNA Y LA EDUCACIÓN PARAGUAYA NO SE MERECEN ESTE MINISTERIO DE HACIENDA
Por: David Galeano Olivera (*)
       El Ministerio de Hacienda injustamente está poniendo de cabeza a la UNA, que no se merece este trato.



       Todos sabemos que los países que mas invirtieron en la educación son precisamente los que hoy se precian de poseer una economía sólida y altos niveles de desarrollo social, cultural y político (según el Foro Económico mundial, son Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos, Noruega, Dinamarca, Bélgica, Suiza, Holanda, Finlandia, Singapur); por consiguiente, la fórmula del éxito y de la excelencia es clara y sencilla: fortalecer los recursos presupuestarios favoreciendo a la educación en todos los niveles y muy especialmente a la universidad.

       En cambio en nuestro país, de contramano a ese exitoso modelo de desarrollo social y en una actitud totalmente incoherente, el Ministerio de Hacienda rechaza el presupuesto 2018 solicitado por la centenaria Universidad Nacional de Asunción y con ello nos demuestra su abierta y descarada decisión de degradar aún más la educación pública universitaria; seguramente respondiendo -en el fondo- a alguna receta internacional y también a la manifiesta actitud del gobierno de privatizar la educación superior. El Ministerio de Hacienda quiere que la educación superior sea pagada, de cualquier manera, ya sea abonando el derecho de estacionamiento de vehículos o por hacer fotocopias pero, en síntesis... el pueblo debe pagar. Así las cosas, lejos estamos de mejorar la educación y progresar como país.

       Las universidades públicas son mayoritariamente las generadoras de los grandes cambios sociales en cualquier país del mundo, así -sin tener que ir muy lejos- la UBA en la Argentina; la USP y la UNILA en el Brasil; y la Universidad de la República en el Uruguay. Ellas -históricamente- formaron a los más destacados intelectuales que colaboraron calificadamente con el desarrollo social de sus respectivos países. Así las cosas, porqué es que mientras los demás países realizan una fuerte inversión en la educación sobre todo la universitaria; en nuestro país, el Ministerio de Hacienda de manera trasnochada se empecina en hacer todo lo contrario?, mientras el dinero público se dilapida entre los propios funcionarios de ese ministerio, quienes hoy recaudan para sí y no para el Estado de las millonarias multas impositivas. Cómo puede ser que empleados de Itaipu y Jasyreta tengan 3 o 4 aguinaldos y sueldo siderales; y el ascensorista del Banco Central del Paraguay gane mucho más que un profesor universitario?.

       Hoy, increiblemente después de haber dado mucho en favor de nuestro país, la UNA debe salir a las calles a mendigar de rodillas la aprobación de un presupuesto que apenas cubrirá sus necesidades básicas. Para ello la UNA tuvo que recurrir a un paro nada más y nada menos que para reclamar lo que básicamente necesita para cumplir con su misión. Que triste espectáculo nos toca ver cuando funcionarios, docentes y estudiantes deben marchar por las calles y cerrar rutas para ser oídos. Ojalá los parlamentarios -muchos de ellos son egresados y docentes de la UNA y de otras universidades públicas- reaccionen y aprueben ese bendito presupuesto 2018 de la centenaria y benemérita Universidad Nacional de Asunción.



       Por otra parte, creo que después de este triste episodio, las autoridades de la universidad deberían de anular los títulos -si son egresados de la UNA- de los principales funcionarios del Ministerio de Hacienda y declararles personas no gratas a la institución. Por ello insisto, la UNA y la educación paraguaya no se merecen este Ministerio de Hacienda...

(*) Profesor Titular de la Universidad Nacional de Asunción.

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