Este espacio sirve para promocionar y difundir la Lengua y Cultura Guarani. Ko kuatiarogue heñói oñemoherakuâ hagua Guarani Ñe'ête ha Reko
Lengua Guarani

Ára Pyahu
sábado, 29 de julio de 2017
jueves, 27 de julio de 2017
ANDRÉS BARBERO: EL SANTO LAICO
ATENEO DE LENGUA Y CULTURA GUARANI
Maitei horyvéva opavavépe
David Galeano Olivera
Maitei horyvéva opavavépe
David Galeano Olivera
ANDRÉS BARBERO: EL SANTO LAICO
Por Beatriz Rodríguez Alcalá de González Oddone
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(http://lenguaguarani.blogspot.com/2017/07/andres-barbero-el-santo-laico.html)
Referirse al Dr. Andrés Barbero rebasa la capacidad de un mero historiador. Para desentrañar el arcano de esa alma enorme, para comprender la vida y la obra de ese hombre extraordinario, cuyo ejemplo es único en nuestro país, se necesitaría la percepción de hagiógrafo.
En el año 1869, con nuestro país invadido por los ejércitos de la Triple Alianza y un gobierno títere impuesto por el vencedor, llegan a nuestra capital tres jóvenes italianos: Juan Barbero y sus hermanos Anacleto y Victorio.
Emigrar a un lejano país, devastado por una guerra de exterminio, era ya una expresión del espíritu emprendedor y del coraje que los animaba. Sabían que tendrían que luchar y esforzarse al máximo para labrarse un futuro entre ruinas humeantes, en un territorio disputado por dos grandes potencias, cuyo futuro era absolutamente incierto.
No constituía el Paraguay un acicate para los inmigrantes, como la húmeda pampa argentina o las vastas costas del Brasil y el Uruguay.
Encerrado en su mediterraneidad, olvidado del mundo, con una larga historia de despotismos, el Paraguay aún no contaba con una Constitución que garantizara las libertades ciudadanas, lo que hacía aún más riesgoso asentarse en él.
Pero los jóvenes no se arredran y se afincan definitivamente, quizá por una compensación del destino a nuestra desventurada patria, ya que la presencia de uno de ellos sería de gran trascendencia para el país.
Paralelamente llega también otra familia de la misma procedencia: D. José Crosa, su esposa Da. Jacinta Corsino y su hija Carolina. Dos años más tarde, el 9 de agosto de 1871, Juan Barbero y Carolina Crosa unen sus vidas ante el altar del templo de La Encarnación.
Ya tenemos formado el núcleo germinal de la familia y, en especial, del hombre llamado a ser uno de los grandes benefactores del Paraguay.
Acostumbrado al durísimo trabajo que exigían las labores agrícolas en su lejano Piamonte, montañoso y árido, donde había que arrancar las piedras para preparar la tierra en trepadoras terrazas, D. Juan se entrega de lleno a la nueva profesión elegida: maestro de obras.
Muchos importantes edificios construye esos primeros años, mientras paralelamente, cuando ha logrado reunir algún dinero, exporta cueros, tabaco, almendra de coco.
A poco de llegar al país, se pone de manifiesto su espíritu solidario, que tan sabiamente supo transmitir a su familia, integrando el grupo fundador de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos —año 1871—, cuya rama femenina sería la Asociación Margarita de Savoia, que no solo beneficiaron a los italianos residentes en el país, sino a toda la comunidad.
Años más tarde, Juan Barbero abandona sus tareas iniciales para dedicarse a la ganadería. Poseedor de una importante suma de dinero, merced a su infatigable laboriosidad y al austero sistema de vida que inculcó a los suyos, Barbero compra 20.236 ha de tierra en el departamento de Presidente Hayes, siendo uno de los pioneros de la ganadería chaqueña.
Entre tanto, la familia va creciendo. Nacen Jacinta, 1873; María, 1874; Andrés, 1877; Josefa, 1880; y Vicencia, 1881.
En los primeros años, los Barbero-Crosa vivieron en una antigua casa de la calle Colón esquina Palma, donde más tarde, tras demolerla, la Fundación La Piedad construiría un importante edificio. A principios de siglo, se instalan en una vivienda de dos plantas, sita en la hoy calle Mariscal Estigarribia esquina Iturbe. Posteriormente, la familia pasa a residir en la entonces llamada quinta —por hallarse alejada del centro de la ciudad— de la avenida España, cuyos fondos dan a la calle Sebastián Gaboto, donde actualmente se encuentra el edificio de la administración de La Piedad. En dicha casa residirán todos hasta el día de sus respectivos fallecimientos y, en sus zonas aledañas, ayudado por los suyos, comenzará Andrés Barbero su gran tarea.
Pero ¿cómo era, realmente, ese hombre tímido, reservado, parco en el hablar, que entregó íntegramente su vida y sus bienes al servicio de los desamparados?
Nacido, como ya señalamos, en 1877, fue el único varón de los cinco hijos del matrimonio. Sus estudios primarios los realizó en la escuela particular de don Eugenio Bertoni y, posteriormente, ingresa al Colegio Nacional, donde tiene por compañeros a un calificado grupo de jóvenes, que más tarde serían figuras señeras de nuestro país, tales como Eusebio Ayala, Félix Paiva, Ramón I. Cardozo, Juan Benza, por citar unos pocos.
La afición que desde niño había sentido por la física, la química y las ciencias naturales, unida a su brillante inteligencia, llaman la atención a sus profesores, que lo nombran ayudante de cátedra cuando aún era estudiante.
En 1895, Andrés Barbero y sus condiscípulos reciben sus diplomas de bachiller y, al año siguiente, Barbero ingresa a la flamante Escuela de Farmacia, de donde egresa en 1898 con el primer diploma de farmacéutico otorgado por la institución.
Poco después, se reabre la clausurada Facultad de Medicina y Andrés Barbero ingresa a ella, obteniendo en 1903 el título de médico cirujano.
Pero para Barbero la medicina era solo un medio de prestar ayuda más eficaz a los marginados. De ahí que nunca abriera consultorio y solo atendiera gratuitamente a gente pobre que acudía en demanda de sus servicios, a quienes, en la mayoría de los casos, además proveía de los medicamentos necesarios. Para entonces, Barbero, único hijo varón de la familia, era el brazo derecho de su padre en la administración de los ya cuantiosos bienes familiares.
Sus constantes viajes a la estancia le permitieron conocer a fondo la patética realidad paraguaya: la desnutrición, la anemia, el alto índice de tuberculosis, el abandono total en el que se debatían las parcialidades indígenas, y otros males endémicos derivados de la pobreza y la ausencia de profilaxis.
De todo ello lleva estrecha cuenta Barbero que en esos años, quizás, ya estaría pergeñando su futura gran labor.
Físicamente no era lo que se entiende por un guapo mozo, dado que era más bien menudo, pero su rostro blanco, sonrosado, sus ojos azules de mirada noble, sus facciones regulares y su estricta pulcritud, sumados a su mesura y cortesía, hacían de él un hombre agradable que predisponía a la simpatía general.
Austero en todos los aspectos de su vida, excepto en su admirable dadivosidad, Andrés Barbero, durante su juventud, mantuvo siempre el mismo peso; con el avanzar de los años adelgazó notablemente, pero siempre conservó el paso firme y ágil que lo caracterizaba.
De su vida sentimental poco se sabe. Algunos recordaban que en cierta época cortejó discretamente a la hija de unos amigos de sus padres, pero la cosa no pasó de allí; quizá el exceso de trabajo le restó tiempo para pensar en sí mismo o su profunda religiosidad lo impulsó a formular el voto de permanecer siempre célibe, para mejor servir a la causa que había elegido. Hoy, que conocemos el inconmensurable fruto de su empeño y en la creencia de que en el destino de los hombres no existe la casualidad, estamos seguros de que la Providencia de Dios no lo llamó a la paternidad física porque le tenía asignada una misión muy superior: la paternidad espiritual de los desheredados del Paraguay.
Muy joven comienza Barbero a colaborar con las instituciones estatales relacionadas con la salud pública. Ya en 1889 es designado jefe de la Oficina Química Municipal.
Cuando en 1900 abate al Paraguay el flagelo de la peste bubónica, colabora con el Dr. Juan Anmissit en los estudios que la detectan. Sus trabajos realizados en el Instituto Nacional de Bacteriología, fundado con el fin de erradicar el garrotillo que comenzaba a asolar el ganado, fueron óptimos, lo que le valió la designación de director del Conservatorio Nacional de Vacunas, cargo que desempeñaría paralelamente al de director del Museo de Historia Natural del Colegio Nacional, donde además dictaba las clases de Física y Química.
A su eficacia debió la institución el montaje de un gabinete experimental, el mejor de su época.
Posteriormente, en el corto tiempo que ejerció Barbero el decanato de la Facultad de Medicina, dotó a esta de un moderno equipo de laboratorio, que costó 70.000 pesos oro. Como es de suponer, gran parte de estas inversiones las solventó el mismo Barbero.
Los cargos que ejerció fueron numerosos: catedrático de Física Médica e Histología Normal en la Facultad de Medicina; presidente, hasta 1917, del Consejo de Agricultura; director interino de la Asistencia Pública; director del Departamento Nacional de Higiene y Asistencia Pública, cargo en el que le cupo afrontar la devastadora epidemia de gripe del año 1918, que costó millares de vidas.
Gran propulsor de la campaña antianquilostomiasis, que duró tres años y abarcó una vasta extensión del territorio nacional, Barbero hizo perforar 1500 pozos de agua potable y mandó construir 37.000 retretes. Posteriormente, fundó el Hospital de Villa Hayes, que se especializaría en la lucha contra la Leishmaniasis.
También durante su gestión se crean en Asunción el Instituto Venéro-Sífilis, la “Gota de Leche”, el dispensario antituberculosis, se construyen en el hoy Hospital de Clínicas una moderna sala de cirugía y en el Manicomio Nacional un nuevo y amplio pabellón.
En su condición de presidente del Consejo de Agricultura e Industrias del Banco Agrícola, función que desempeñó durante varios años, Andrés Barbero dejó su impronta de gran organizador y profundo conocedor de la realidad paraguaya.
El informe-propuesta que presentó, con el fin de incentivar el cultivo del arroz, facilitando para ello el asentamiento de “familias italianas laboriosas, de buenas costumbres, preparadas para el cultivo del cereal”, puede considerarse un perfecto manual sobre el tema. Años más tarde, Barbero donaría, de su propio peculio, 17.000 ha de tierra en el departamento de San Pedro, al gobierno italiano, con el fin de facilitar la buena inmigración, sin intuir que su generosidad provocaría un conflicto entre el Estado italiano y nuestro país, que duró muchos años.
Inspirándose en las propuestas de Barbero, el 29 de noviembre de 1915, el Banco Agrícola crea una nueva Carta Orgánica, por la que se instituye como objetivo principal promover “el desarrollo de la agricultura, la ganadería y de las industrias en general”, otorgando créditos y facilitando maquinarias, semillas, útiles de labranza y demás elementos necesarios para el logro del objetivo buscado.
También la Municipalidad de Asunción se favoreció con sus gestiones porque, pese a no actuar Barbero en política, la probidad y solvencia demostradas en la administración de la cosa pública inducían a los gobernantes a solicitar sus servicios.
Y fue así como, el 8 de setiembre de 1920, es designado intendente municipal de la capital.
En la imposibilidad de referirnos en detalle a su administración, solo destacaremos que a iniciativa suya se redujo en un 30 % el precio de la carne, se mejoró notablemente el Mercado N.º 1, se donaron uniformes a los escolares de escasos recursos, se empedraron y ampliaron numerosas calles de la ciudad, se urbanizó el Parque Caballero, recientemente adquirido por el Estado. Y en prueba de su espíritu progresista y ecuménico, no muy común en la época, siendo él un católico ferviente, autorizó, en las plazas y paseos públicos, las conferencias de carácter religioso, sin acepción de credos, “siempre que no afectaran a la moral y al orden públicos”.
Años más tarde, volveremos a ver a Andrés Barbero desempeñando otro importante cargo público: el de ministro de Economía. Sus atribuciones eran muy amplias, pero su gran experiencia le permitió aplicar, en el breve tiempo que lo desempeñó, importantes reformas tanto en la agricultura, implementando nuevos cultivos para la exportación, como en la ganadería, para lo que importó bovinos de raza pura y propició campañas de sanitación con el fin de mejorar el ganado.
Se ocupó de reducir los impuestos de los pequeños hacendados, de imponer un precio fijo a la caña de azúcar que impidiera la explotación de los productores, del flagelo del abigeato y de otros varios aspectos de la economía nacional.
Pero donde Andrés Barbero centró todos sus afanes fue en la Liga Paraguaya Antituberculosis, fundada a iniciativa suya, con la colaboración de eminentes profesionales que no mencionamos por temor a omitir involuntariamente a algunos.
Siendo la lucha antituberculois uno de los objetivos fundamentales, en tiempo de paz, de la Cruz Roja Internacional, con sede en Ginebra, concibe Barbero la brillante idea de organizar la Cruz Roja Paraguaya, contando para ello con el entusiasta apoyo del gobierno. El entonces ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Eusebio Ayala, apoyará la moción de Barbero enfatizando en que “por el artículo 25 de la Liga de las Naciones se establece la necesidad de constituir la Cruz Roja de carácter local, en cada país adherente, y en su calidad de tal urgía que el Paraguay lo hiciera”.
Sin pérdida de tiempo, convoca Barbero a sus colaboradores y el 10 de noviembre de 1919 funda la Cruz Roja Paraguaya, que tan trascendente misión estaba llamada a cumplir, bajo la dirección del Dr. Andrés Barbero, elegido por unanimidad.
Siete años más tarde, en 1926, la Cruz Roja Paraguaya inaugura la planta baja del majestuoso edificio y poco después la obra queda concluida, merced al mecenazgo del padre del fundador, D. Juan Barbero, aquel humilde inmigrante que sesenta años atrás arribaba a nuestra tierra en busca de un futuro mejor.
Aún hoy nos asombra constatar la munificencia de los Barbero, que no escatimaron costes en su obra madre: vasto solar, amplios salones, pisos de mármol de Carrara, aberturas con cristales importados…
Pero si la obra material se impone a la vista, más admira la proyección en el tiempo de la labor desplegada por ese benemérito ciudadano que lo dio todo, renunciando a todo0.
Los que han conocido a esa familia de excepción pueden atestiguar de la austeridad que vivían. Personalmente pude constatarlo, por haber tenido mi madre, en su condición de presidenta de la rama femenina de la Cruz Roja Paraguaya, una amistad fluida con los Barbero y haberla acompañado yo, de pequeña, en sus visitas regulares a la casa de la hoy avenida España, donde residían: no tenían luz eléctrica y solo unas cuantas lámparas de petróleo alumbraban la modesta vivienda en la que, obviamente, tampoco había ni heladera ni ventiladores, mientras el mobiliario emulaba al del más rígido monasterio.
En sus regulares visitas a su establecimiento ganadero, Andrés Barbero viajaba en el Pingo, que hacía la travesía de Asunción al Chaco. Era este un viejo barco que transportaba pasajeros y carga, entre la que se contaban cerdos y aves de corral, que los humildes pobladores de Villa Hayes y sus aledaños traían para vender en la capital.
Los ganaderos y las personas que podían pagar los pasajes de primera se ubicaban en la parte superior, que era aireada y donde se vendían bebidas heladas y bocadillos, que hacían más agradable el viaje. Por su parte, Andrés Barbero siempre compraba pasajes de segunda y viajaba en la parte inferior de la nave, ubicándose en medio de modestas familias, sudorosos troperos, bullangueros patos, cerdos y gallinas, y bultos de toda laya, soportando impasible el riguroso calor de los meses de verano.
Allí conversaba con sus compañeros de travesía y se enteraba de sus dolencias, aprovechando la oportunidad para derivarlos a los centros asistenciales que había creado, según fueran sus males.
Muchos espíritus miopes, carentes de sensibilidad, los tildaban de avaros por el sistema de vida que habían elegido, olvidando los millones que invertían en beneficio de la comunidad.
Referirse en detalle a la labor realizada por la Cruz Roja Paraguaya exigiría escribir un volumen de más de mil páginas. De ahí que solo mencionaremos de paso su infatigable lucha contra la tuberculosis, su eficaz auxilio a las víctimas del ciclón que arrasó Encarnación en 1926, la febril actividad desplegada por la institución cuando la Guerra del Chaco, creando hospitales en Puerto Guaraní y en la Escuela Militar, proveyendo materiales sanitarios a diez y siete hospitales de sangre, formando enfermeros y camilleros que luego actuarían en los frentes de batalla y en los distintos hospitales del país. Y todo ello supervisado personalmente por Andrés Barbero, que no se daba tregua ni sosiego.
Leer original en Suplemento Cultural de ABC COLOR (http://www.abc.com.py/nota/andres-barbero-el-santo-laico-i/)
miércoles, 26 de julio de 2017
SE LLEVÓ A CABO LA CONFERENCIA SOBRE "LA LENGUA GUARANI", EN DOURADOS, BRASIL
REPÚBLICA
DEL PARAGUAY
ATENEO
DE LENGUA Y CULTURA GUARANI
GUARANI,
MERCOSUR ÑE'Ê TEETE
SE
LLEVÓ A CABO LA CONFERENCIA SOBRE “LA LENGUA GUARANI”, EN
DOURADOS, BRASIL
El
lunes
24 de julio de 2017,
de 19:00 a 21:00 horas, la FACULTAD
INTERCULTURAL INDÍGENA – FAIND
efectuó la CONFERENCIA
SOBRE “LA LENGUA GUARANI”,
que estuvo a cargo del Dr.
David Galeano Olivera, Director General del ATENEO DE LENGUA Y
CULTURA GUARANI.
La misma tuvo lugar en el Auditório
Central da Unidade II de la Universidad Federal da Grande Dourados –
UFGD
(Rodovía Dourados – Itahum, km 12 – Cidade Universitaria –
Dourados.
Mato Grosso do Sul, Brasil)
y fue coordinada por el Prof.
Arnulfo Morínigo Caballero, Director de la Regional Dourados del
ATENEO.,
y por el Prof.Dr.
Antonio Dari Ramos, Director de la Facultad Intercultural Indígena
FAIND.
Del encuentro participaron directivos, docentes, estudiantes y otros
invitados de la mencionada universidad.
Oñepyrûvo aty guasu, mokôi chamói ha mitârusukuéra ojapókuri jehovasa. Upéi, Mbo'ehára Antonio Dari Ramos, omoakâva FAIND; omomaitei opavavépe ha omoñe'ê ñe'ême'ê kuatia omboajéva hikuái UFGD ha ATENEO. Upéva rire, Lic. Eliel Benítez ome'êkuri imaitei Mbo'ehára David Galeano Olivera-pe ha omomba'eguasu upe aty ojegueroguatáva Guarani rayhupápe. Oñembojoapyvévo tembiapo, Mbo'ehára David Galeano Olivera ohendukákuri iñe'ê ha -hetave mba'e apytépe- omombe'úkuri mba'eichaitépa oî ko'aĝa Guarani ñe'ê Mercosur ha yvórape, mba'éichapa osyryry ñane avañe'ê ñandutípe ha ipahápe omyesakâkuri heta mba'e Guarani reko rehegua. Avei ojerurékuri opavavépe oñe'ê haĝua hikuái Guaraníme iñemoñaremimíme ha hei: “Guarani ñe'ê oikovéta ojepuru aja ha mitâmimi oipurúramo ñane Avañe'ê”. Ha'e oñe'êmbávo oikókuri peteî ñomongeta kyre'ŷ opavave ndive.
De
la conferencia participaron un centenar de personas, en su mayoría
docentes y estudiantes de dicha Facultad, entre ellos numerosos
nativos de distintas comunidades que habitan el Estado de Mato Grosso
do Sul y que estudian en dicha universidad. También se dió lectura
al Convenio de Cooperación Interinstitucional entre la FAIND-UFGD
y el ATENEO.
ATENEO
DE LENGUA Y CULTURA GUARANI
rérape rome'ê ore aguyjevete ha ore jehechakuaa Mbo'ehára
Antonio Dari Ramos, Arnulfo
Morínigo Caballero
ha Eliel Benítez-pe
omombaretevére Guarani ñe'ê ha reko Dourados ha Mato Grosso do
Sul-pe.
Maitei
horyvéva opavavépe.
David
Galeano Olivera,
ATENEO
Motenondehára Guasu
Jehovasa
Dr. Antonio Dari Ramos
Arnulfo, Eliel, David ha Antonio
Afiche
Kuatia'atâ
David Galeano Olivera, Antonio Dari Ramos ha Arnulfo Morínigo
ooo000ooo
Ver
DAVID
GALEANO OLIVERA – UNIVERSIDAD DA GRANDE DOURADOS,
en
(https://www.youtube.com/watch?v=_ZjrCNCu56Q&feature=em-upload_owner)
Ver
UNIVERSIDAD
DA GRANDE DOURADOS – JEHOVASA,
en
(https://www.youtube.com/watch?v=cN1Ht82PqNQ&feature=em-upload_owner)
Leer
SE
REALIZÓ LA CONFERENCIA “EL GUARANI EN EL MERCOSUR”, EN DOURADOS
2016,
en
(http://lenguaguarani.blogspot.com/2016/07/se-realizo-la-conferencia-el-guarani-en.html)
26 DE JULIO: DÍA DE LOS ABUELOS - TAMÓI HA JARÝI ÁRA
26
DE JULIO: DÍA DE LOS ABUELOS
TAMÓI
HA JARÝI ÁRA
Ohai: David Galeano Olivera
Leer
original (hacer clic) en
(http://lenguaguarani.blogspot.com/2017/07/26-de-julio-dia-de-los-abuelos-tamoi-ha.html)
Los
abuelos son nuestros segundos padres
Ñane
ramói ha ñande jarýi niko ha'e ñande ru ha ñande sy mokôiha
Ellos
nos brindan todo su amor
Ha'ekuéra
niko ñanemyenyhê imborayhúgui
Nos
consieten en todo
Ome'êmbaite
ñandéve jaipotáva
Nos
acompañan
Ñanemoirû
Nos
toman de la mano y nos llevan a donde queremos ir
Ñandepyhy
ñande pógui ha ñandereraha jahasehápe
Saben
lo que queremos
Oikuaa
porâ hikuái mba'épa jaipota
Ellos
son seres de luz
Ha'ekuéra
niko tekove henyhêva tesapégui
Los
abuelos son seres inigualables
Ñane
ramói ha ñande jarýi niko tekove imbojojaha'ŷva
ooo000ooo
ooo000ooo
Ver YOUTUBE, en (https://www.youtube.com/watch?v=oM7IYU8gQLg)
domingo, 23 de julio de 2017
MARIO GARCÍA SIANI, GUARANÍME
MARIO
GARCÍA SIANI, GUARANÍME
Ohai:
David Galeano Olivera
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(http://lenguaguarani.blogspot.com/2017/07/mario-garcia-siani-guaranime.html)
Mario
García Siani nació en la Ciudad de Asunción, República
del Paraguay, el día 14 de julio del año 1947. Fue
periodista, escritor, investigador, trabajador de la cultura popular,
estudioso del folklore, promotor de la Lengua Guarani, fundador de
grupos folklóricos y director de varios festivales folklóricos,
como el Festival del Terere de Itakyry, Alto Parana. Marío
García Siani niko heñóikuri
Táva Paraguaýpe, Paraguay Retâme; ára 14
jasypokôi ary 1947-pe.
Ha'éniko momaranduhára, haihára, tembikuaarekahára, ñande reko
mba'apohára, ñane tavarandu kuaahára, Guarani ñe'ê myasâihára,
ñande reko aty moheñoihára ha heta vy'aguasu motenondehára, umíva
apytépe Terere Vy'aguasu, ojejapóva Itakyry, Alto Paranáme.
Mario García Siani
Mario
García Siani fue periodista de los diario La Tribuna,
Noticias y La Nación. Sobre todo en el Diario Noticias promocionó a
los músicos paraguayos, los festivales de la época como los de
Ypakarai, del Takuare'ê
de Guarambare junto a Alfredo
Vaesken y los inicios del Festival
del País. También acompañó la labor de la trabajadora
cultural Rosalba Denis, con la
publicación del libro “El cañón
cristiano”, lo mismo que los festivales que la misma
desarrolló en la Ciudad de Ñemby. Siempre acompañó las
actividades del ATENEO DE LENGUA Y CULTURA
GUARANI dándoles la promoción necesaria. Ya viviendo en
Itakyry desarrolló una gran labor de investigación acerca de las
comunidades indígenas del Alto Parana y como consecuencia de ello,
entre otros, publicó “Ajeápy”,
un trabajo que describe la realidad de los Ava Guarani de Paso
Cadena. Mario García Siani
niko omba'apókuri momaranduhárarô La Tribuna, Noticias ha La
Nación-me. Oîrôguare Diario Noticias-pe omoherakuâkuri ñande
puraheihára ha umi vy'aguasu upérôguare, péicha upe oikóva
Ypakaraípe,
avei Takuare'ê Guarambaregua
omotenondéva Alfredo Vaesken
ha Festival del País
oñepyrûramóme. Omoirû avei Rosalba
Denis rembiapo onohêrôguare
aranduka “El cañón cristiano”, upéicha avei umi vy'aguasu ha'e
omotenondeva'ekue Táva Ñembýpe. Tapiaite omoirûkuri ATENEO
DE LENGUA Y CULTURA GUARANI
rembiapo ñemoherakuâ mbarete rupi. Oikórôguare Itakyrýpe
omotenondékuri tembikuaareka ndetuichapajepéva ñande ypykuéra
rehegua oikóva hikuái Alto Paranáme ha umíva reheguare, hetave
apytépe, onohêkuri araresáre tembiapo hérava “Ajeápy”,
omyesakâhápe Ava Guarani reko oikóva Paso Cadena-pe.
En
el año 1984, Mario García Siani
fundó el Grupo Paraguay Ñe'ê
junto a Sabino Giménez Ortega, Ramón Silva, Rosalba Denis, Gerardo
Giménez, Virginia Gavilán, los hermanos Cheaib: Guido, Dilda y
Elsa; Vicente Rodas y otros, con quienes, viajó a varios países de
Europa a difundir la música, la danza, la poesía y la artesanía de
nuestro país. En ese mismo tiempo, García
Siani habilitó la Peña Kapi'i
donde se difundía la música y la danza paraguaya, la poesía en
Guarani y los káso ñemombe'u y se servían comidas típicas. Peña
Kapi'i tenía su local al costado del Club Atlántida, en el Barrio
Obrero y allí hizo sus presentaciones el célebre arpista Tacho'i,
entre otros. Ary 1984-pe, Mario
García Siani omoheñóikuri
Paraguay Ñe'ê Aty
ko'â iñirûnguéra ndive: Sabino Giménez Ortega, Ramón Silva,
Rosalba Denis, Gerardo Giménez, Virginia Gavilán, joyke'ykuéra
Cheaib: Guido, Dilda ha Elsa; Vicente Rodas ha ambuéva, hendivekuéra
ohókuri tetâ Europa-guáre omoherakuâvo ñande purahéi, jeroky,
ñe'êpoty ha ñane retâ mba'ejegua. Avei uperô, García
Siani omoheñóikuri Peña
Kapi'i oñemyasâihaguépe
ñande purahéi ha ñande jeroky, ñe'êpoty Guaraníme ha káso
ñemombe'u ha tambi'u ñanemba'éva. Peña Kapi'i oñemopu'âkuri
Club Atlántida ykére, Barrio Obrero-pe ha upépe ombopúkuri ysapu
karai katupyry Tacho'i, hetave apytépe.
En
el año 1970, Mario García Siani
presentó en el Teatro Municipal la obra “Mundo sinceridad”. A
partir del año 1989, fue director del Festival Rochas del Arpa. En
el año 1998 el Gobierno Nacional lo condecoró con la Orden Nacional
al Mérito, en el grado de Caballero. En el año 2011, presentó la
obra “Paraguay Bicentenario” que recorrió todo el Paraguay.
García Siani fue el
representante de la Organización Internacional del Folklore CIOFF.
En el año 1998, inició el Festival del Terere, en Itakyry y
posteriormente -a instancias de Mario García
Siani- en el año 2011, se promulgó la ley 4261 que
reconoce al terere como bebida paraguaya. Ary
1970-pe, Mario García Siani
ohechauka Teatro Municipal-pe hembiapokue hérava “Mundo
sinceridad”. Ary 1989 guive, omotenondékuri Vy'aguasu Rochas Ysapu
rehegua. Ary 1998-pe ñane retâ ruvicha ome'êkuri chupe jopói
tuichavéva ha'éva Orden Nacional al Mérito, Grado de Caballero-pe.
Ary 2011-pe, ohechaukákuri hembiapo “Paraguay Bicentenario”,
herakuâva'ekue ñane retâ tuichakue javeve. García
Siani oîkuri ñane retâme
Organización Internacional del Folklore CIOFF rérape. Ary 1998-pe,
omoñepyrûkuri Terere Vy'aguasu, Itakyrýpe ha upe rire -Mario
García Siani rembijerure
rupi- ary 2011-pe, oñemboajékuri léi 4261 he'íva terere ha'eha
ñane retâ mba'e teete.
Mario
García Siani fue una persona que amó profundamente al
Paraguay, fue un gran paraguayo, inteligente, incansable, capaz y
pleno. Falleció en el Hospital Nacional de Itaugua, el día 21 de
julio de 2017, a los 70 años. Mario
García Siani niko peteî ava
ohayhuañetéva'ekue ñane retâ, ha'éniko peteî paraguájo
añetete, iñarandúva, ikane'ô'ŷva, ikatupyrýva ha hekokatúva.
Omanókuri Itaugua Tasyópe, ára 21 jasypokôi ary 2017-pe,
orekórôguare 70 ary.
ooo000ooo
Leer
EXITOSA
EDICIÓN DEL XVII FESTIVAL DEL TERERE, EN ITAKYRY (ALTO PARANA),
en
(http://lenguaguarani.blogspot.com/2015/03/exitosa-edicion-del-xvii-festival-del.html)
Leer
LIBRO
“AJEÁPY” DE MARIO GARCÍA SIANI,
en
(http://lenguaguarani.blogspot.com/2017/03/libro-ajeapy-de-mario-garcia-siani.html)
Leer
FUE
PRESENTADO EL LIBRO AL RESCATE DEL CAÑON CRISTIANO,
en
(https://dgaleanolivera.wordpress.com/2010/06/19/libro-al-rescate-del-canon-cristiano/)
19 DE JULIO: ANIVERSARIO DEL HOSPITAL DE CLÍNICAS - IMBORIAHÚVA TASYO
19
DE JULIO: ANIVERSARIO DEL HOSPITAL DE CLÍNICAS – IMBORIAHÚVA
TASYO
Ohai:
David Galeano Olivera
Leer
original (hacer clic) en
(http://lenguaguarani.blogspot.com/2017/07/19-de-julio-aniversario-del-hospital-de.html)
Leer
también en
(https://dgaleanolivera.wordpress.com/2017/07/23/19-de-julio-aniversario-del-hospital-de-clinicas-imboriahuva-tasyo/)
El
día 19 de julio del año 1894, se inauguró en el Barrio
Sajonia, en un edificio propio, el Hospital
San Vicente de Paúl, con 60 camas, gracias al trabajo de
las Monjas “Hijas de la Caridad” de San
Vicente de Paúl y de las damas
de la “Sociedad de Beneficencia del Paraguay”. El
hospital fue construido en el predio donado por el Señor Higinio
Uriarte, en el lugar llamado Campos Elíseos, actualmente Sajonia. En
el año 1899, el hospital destinó
una habitación para que los estudiantes realicen disecciones
anatómicas, iniciándose de esa manera la relación con la Facultad
de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción. Ára
19 jasypokôi ary 1894-pe,
oñemopu'âkuri Jeikoha Sajonia-pe,
peteî ogavusu teépe, Tasyo
hérava San Vicente de Paúl,
60 tupa reheve, Tupârembiguái
“Pojera Memby” San Vicente de Paúl-gua
ha kuñakarai “Paraguay
Jekupyty Aty”-gua rembiapo
rupive. Upe tasyo oñemopu'âkuri peteî yvypehê karai Higinio
Uriarte ome'êreiva'ekuépe, upe tenda herava'ekue Campos Elíseos,
ko'áĝa hérava Sajonia. Ary 1899-pe,
upe tasyo ome'êkuri peteî koty temimbo'ekuéra oñemoarandúva
pohânohararâ ombovo haĝua hikuái omanóva retekue ha péicha upe
tasyo ojoajuñepyrûkuri Pohânohára Mbo'ehao Universidad Nacional
de Asunción-pegua ndive.
Sin
embargo, conviene señalar que dicho hospital ya funcionó
anteriormente con el nombre de Hospital de
Caridad, habiendo sido fundado el día 14
de octubre del año 1877, siendo su primer
director, el médico Pastor Candia
y los primeros médicos, Francisco Morra y Silvio Andreussi. Allí
funcionó el Hospital Potrero
durante la Guerra contra la Triple Alianza y es el lugar donde
actualmente se encuentra el Hospital Militar.
Upéicharô jepe, tekotevê ja'e upe tasyo
oîhaguemavoíkuri upépe ha herava'ekue Pojera
Tasyo, oñemopu'âva'ekue ára
14 jasypa ary 1877-pe
ha pohânohára Pastor Candia ha'ehague isâmbyhyhára ypykue ha
hendive omba'apókuri pohânohára Francisco Morra ha Silvio
Andreussi. Upépe oîkuri Ñorairô Guasu aja Potrero Tasyo ha upe
tendápe oî ko'áĝa Guarini Tasyo.
En
el año 1901 empezaron a
desarrollarse las primera clases para los estudiantes de medicina y
en el año 1902 se habilitó la
primera sala de operaciones. En el año 1927
se promulgó la Ley 1910 y desde entonces pasó a llamarse Hospital
de Clínicas. El día 20 de diciembre de
2012 se inauguró el nuevo edificio del Hospital de
Clínicas en el Campo Universitario de San Lorenzo, dependiente de la
Universidad Nacional de Asunción. Ary
1901-pe
oñeme'ê'ypýkuri upépe mbo'epy umi pohânohararâme ha ary 1902
guive ojerekókuri upépe peteî koty oñembovohápe umi
hasykatúvape. Ary 1927-pe
oñemoherakuâkuri Léi 1910 ha upe guive ojehero ichupe Hospital de
Clínicas – Tasyo Guasu. Ára 20
jasypakôi ary 2012-pe
oñemboajékuri Tasyo Guasu róga pyahu UNA korapy guasúpe San
Lorenzo-pe, oîva Universidad Nacional de Asunción poguýpe.
Desde
su orígen y hasta hoy, en el Hospital de
Clínicas trabajaron y enseñaron los mejores médicos del
país ya que fue y sigue siendo el hospital escuela de los
estudiantes de medicina de la UNA. A lo largo de toda su historia
atendió a la mayor cantidad de pacientes procedentes de todo el
país. El pueblo lo bautizó con el nombre de Hospital
de los Pobres. El día 7 de abril del año 2016, asumió
como Director del Hospital de Clínicas, el Dr.
Jorge Giubi. Hekove ypy guive ha
ko'aĝaite
peve, upe Tasyo Guasúpe
omba'apo ha ombo'e umi pohânohára ikatupyryvéva, upéva ha'égui
UNA pohânohararâ mbo'ehao. Hembiasa pukukuépe upe rupi
ohasajepékuri hetaiterei hasykatúva oúva ñane retâ tuichakue
javevégui. Ñane retâygua ombohéra chupe Imboriahúva
Tasyo. Ára 7 jasyrundy ary
2016-pe ojeporavókuri isâmbyhyhárarô pohânohára Jorge
Giubi-pe.
El Dr. Jorge Giubi, Director del Hospital de Clínicas; y el juglar Francisco Russo. Aniversario del Hospital de Clínicas 2017
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Ver
YOUTUBE, en (https://www.youtube.com/watch?v=ZS4UzW1P1mw)
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