Lengua Guarani

Lengua Guarani
Ára Pyahu

viernes, 24 de abril de 2020

LOS GUARANI Y LA CONCEPCIÓN DE LO PERFECTO

LOS GUARANI Y LA CONCEPCIÓN DE LO PERFECTO
Por David A. Galeano Olivera (*)
1. Introducción
       Convengamos en el inicio de esta exposición que el Guarani -hablado por la mayoría de la población del Paraguay- detenta en su historia las mayores y más violentas persecuciones, como ninguna otra lengua sufrió en la historia de la humanidad. Prueba de ello es que en los últimos cien años, los Guarani-hablantes padecieron todo tipo de atropellos verbales y físicos. Gente a quienes despectivamente se trataba de “guarango”, “campesino”, “indio” o “juruky’a”. Otros fueron castigados en las instituciones educativas, quedando en la escuela después de la hora de salida; o en la esquina de la sala de clase de plantón; o bien, recibiendo bofetadas; o recorriendo el patio escolar repitiendo “no voy a hablar más Guarani”, o arrodillándose sobre sal gruesa o avati tupi ku’i; o colgándose de una alambrada de púas, en la posición ñakyrâ y gritando a todo pulmón “estoy aquí por hablar Guarani”, o siendo sometidos a la degradante experiencia de bajar de grado o curso por hablar Guarani.

       Sin embargo, el Guarani supo sobrevivir a todo tipo de embates y probablemente su fortaleza radique en su propia antigüedad en el tiempo, pues los 3 trabajos arqueológicos realizados en Caballero (Paraguari), Itaipu (Alto Parana) y Capitán Bado (Amambay) reflejan que los Guarani ya moraban el actual territorio paraguayo, hace más de diez mil años. El gran elemento estabilizador de la cultura Guarani fue y sigue siendo el respeto a la palabra pues la palabra es sagrada (ñe'êngatu).


2. Desarrollo
2.1. La Jornada
       Ante una solicitud de exponer -tiempo atrás- a los Maestros y Líderes Indígenas la situación del Guarani en el contexto de la nueva propuesta de Educación Bilingüe del MEC, nos hicimos presentes en la jornada. A medida que hacíamos los comentarios y proyectábamos las transparencias observabábamos en sus rostros cierta tristeza y la sensación de preocupación. De cuando en cuando hacían ciertos comentarios en voz baja, entre ellos. En el grupo pudimos reconocer a tres indígenas Mbya Guarani, con quienes 30 años atrás, tuvimos la ocasión de compartir experiencias en sus comunidades, ubicadas hacia San Pedro y Ka’aguasu.

       Al terminar la exposición, salimos a un receso; y fue el momento en que nos saludamos y conversamos recordando viejos tiempos. Nuestra alegría fue grande al reencontrarnos después de mucho. Lentamente la conversación se centró en el tema que les preocupaba, la propuesta de Educación Bilingüe del MEC. Llegó un momento, en que uno de ellos me dijo: “Mba’éiko pejapo peê jurua Guarani ñe’êre. Peê niko pehekýi orehegui upe ore ñe’ê ha pemongy’a orehegui. Peipuru Guarani peporoja’o haĝua, pejoja’o haĝua, péicha pemongy’a. Péva ndaha’evéima Guarani. Oréniko romomba’eguasu ko’áĝaite peve upe ore ñe’ê, ore ojoapytépe. Guarani niko hekokatu ha hekopotî. Ko’áĝa -peê pembyaihaguére Guarani- umi ñande’ŷva -oikuaaporâ’ŷre avei- ombojáta orerehe ha he’íta hikuái orerehe ore orejuruky’aha ha ore orerekomarâha”. Mientrás él hablaba yo lo observaba y podía sentir su dolor al reflexionar sobre el Guarani. Él se sentía impotente y rabioso. Le dolía en el alma las agresiones que históricamente los paraguayos cometimos contra el Guarani.

2.2. La palabra no falsea ni engaña
       Cuando volví a casa me puse a meditar en aquellas sentidas y sabias palabras de Lider y Maestro Indígena, recordando que para ellos la palabra es sagrada; por consiguiente, con profundo valor religioso; concepto éste desconocido por nosotros o no usual entre nosotros actualmente. Ellos -a través de la palabra- solamente pueden decir la verdad. Por eso, cuando le ponían o le ponen el nombre a un lugar no mienten ni imaginan sino que estampan mediante la palabra las características más exactas del sitio, así: Suruvi’y, Ka’arêndy, Jaguaretekua, Yvyhûndy o Jukyty. Por otro lado, la palabra solamente se pronuncia cuando es absolutamente necesario. El ñe’êngatu u orador es aquel que tiene el “don de la palabra”; en otros términos, es el “virtuoso de la palabra”.

       Precisamente, Cadogan en su Ayvu Rapyta nos evidencia el valor de la palabra, ya que luego que Ñande Ru Papa Tenonde asumió la forma humana “de la sabiduría contenida en su propia divinidad, y en virtud de su sabiduría creadora, Nuestro Padre El Primero concibió el origen del lenguaje humano. De la sabiduría contenida en su propia divinidad, y en virtud de su sabiduría creadora, creó nuestro Padre el fundamento del lenguaje humano (la palabra) e hizo que formara parte de su propia divinidad. Antes de existir la tierra, en medio de las tinieblas primigenias, antes de tenerse conocimiento de las cosas creó aquello que sería el fundamento del lenguaje humano e hizo el verdadero Primer Padre que formara parte de su propia divinidad”. Por eso, la palabra es sagrada, porque la palabra es Dios y Dios es la palabra. En cada palabra se manifiesta Ñande Ru y no cualquier cosa. Ésa es la razón del porqué son poco habladores. Cosa que mucha gente “blanca” no conoce al no conocerlos. Hasta hoy, aludiendo despectivamente al indígena, tratamos de ava a aquella persona tímida y “maleducada”. Nada más lejos de la verdad. En realidad, los indígenas no hablan sencillamente porque respetan la palabra. Eso no significa que ellos sean maleducados, malos o poco sociables. Forma parte de su ñande reko.

2.3. El No’ôvusu
       Precisamente, una anécdota que suelo contar -y que ocurrió 30 años atrás con uno de los Maestros presentes en la jornada, cuando eso era Mburuvicha de su comunidad- es aquella en la cual, después de mucho insistir y sobretodo de habernos ganado su confianza, un día nos invitaron a participar de un no’ôvusu o asamblea de líderes o Mburuvicha, una especie de cumbre presidencial, donde tratan cuestiones de interés general. Es un encuentro privado, sólo reservado a ellos. Llegamos al sitio, en la zona de Guajayvi (San Pedro) y nos ubicaron a más o menos 15 metros del opy o sitio de la reunión. Fuimos advertidos de que no debíamos acercarnos más y también se nos dejó clara constancia de que el sólo hecho de participar como observadores, debía ser considerado por nosotros como un privilegio especial, que ellos nos concedían. Yendo al caso concreto, recuerdo que los líderes llegaron de grandes distancias, de a pié (15, 30, 50 y más kilómetros) para aquel no’övusu. Estuvieron 11 en total. Nadie nos explicó cómo se avisaban para participar de estos encuentros ni porqué las reuniones se realizaban precisamente en dicho lugar. En fín, el primer día, un martes, se sentaron en unos apyka puku jere acompañados de sus mujeres y debidamente ataviados. Estuvieron todo el día sin decirse una sola palabra, absolutamente nada. Se levantaron del sitio solamente para comer o para cumplir con sus necesidades fisiológicas. El día siguiente ocurrió lo mismo. Y el tercer día, como a la mediatarde, uno de ellos -el inspirado- se puso de pie y solamente pronunció tres palabras: “ko’áĝa ñañemityva’erâ avati”. Después de escucharlo, todos se pusieron de pie y retornaron a sus comunidades. Imagínense, se reunieron tres días únicamente para escuchar tres palabras, palabras sagradas; o sea, la manifestación de Ñande Ru, al decir de Cadogan.

2.4. La idea de la perfección
       Por otra parte, al ser capaces de concebir el Ñe’êngatu o palabras perfectas, podemos deducir que también interpretan lo que es la perfección o la plenitud, resumida en la raíz katu o ngatu. El concepto de la perfección es algo que les apasiona. Es su razón de ser. Basta recordar que en el Alto Parana y Kanindeju viven los Ava Guarani o Avakatu o Avakatuete (donde ete es superlativo), es decir, personas perfectas o plenas. Debemos aclarar que ellos -entre sí- se autodenominan de esa manera y no aceptan la denominación de Ava Chiripa, nombre con el cual se los bautizó, desde afuera. Resulta claro que ellos no vienen a especular con aquello de que somos perfectibles o que debemos vivir procurando el camino de la perfección. Es por ello que los Avakatu o Ava Guarani están obligados moral y éticamente a practicar lo correcto, el error solo puede ser una casualidad.

2.5. El error se puede subsanar
       De lo mencionado en la parte final del párrafo anterior se desprende la antigua tradición del tera’o o el cambio de nombre. Antes, debemos convenir que para el indígena todo está en el nombre. El nombre es lo máximo, es la persona. Por eso cuando caen en el tekomarâ (imperfección) -que no debe ser reiterada o cotidiana- la tendencia social les obliga a -en una ceremonia- sacarse el nombre con el cual cometieron la imperfección y ponerse uno nuevo, sin manchas, que les garantice nuevamente su tekokatu, que los hace avakatu.

2.6. El sabio Bertoni descrubre la sociedad de sus sueños y describe la Civilización Guarani
       Ligado al ala izquierda del Partido Liberal, de la mano del geógrafo socialista francés Eliseo Reclus, el joven Moisés se adentró en las ideas del socialismo anárquico y por consejo de Reclus, Bertoni viajó a América a fundar una colonia donde poner a prueba las nuevas ideas sociales y políticas. Bertoni impregnó entonces su vida con las ideas proclamadas por los utopistas, quienes le hicieron ver a la sociedad que lo rodeaba como una sociedad corrupta que no ofrecía nada a sus hijos. En 1882 partió hacia América, a la cual llegó después de 22 meses de viaje, concretamente a la Argentina. Allí entusiasmó al Presidente Julio Argentino Roca con su proyecto. Éste le concedió tierras en la actual Provincia de Misiones, a donde arribó en 1884. Tres años permanecieron en esa zona. Durante esos años se acentuaron los acosos por parte de varios interesados en las tierras concedidas a Bertoni. Una noche -cuando incendiaron sus viviendas- los Bertoni se fugaron al Paraguay, llegando a Jaguarasapa (Itapúa), para -tiempo después- asentarse definitivamente en el actual Pto. Bertoni (Alto Parana), donde -poco a poco- Bertoni quedó sorprendido y maravillado de la cosmovisión y de la manera de vivir de sus vecinos, una comunidad Mby’a-Guarani. Conceptos como que la tierra, las plantas y los animales no tienen dueño (porque este no es el final de la vida, sino el tránsito hacia otra); o el valor dado al desarrollo de las virtudes espiritules y morales (por sobre las materiales. Esta sociedad no conocía el dinero, ni le importaba. Tampoco conocía la compra-venta. Ellos viven para “ser” no para “tener”); o el respeto a la naturaleza (no admitían la caza indiscriminada o la tala de bosques y plantas); o el concepto de la vida presente (por eso ko’êrô es solo una posibilidad, es si amanece); etc. fueron pruebas de oro para Bertoni, en su afán de demostrar la factibilidad de una sociedad justa, solidaria y democrática. Inspirado en los Ava Mby’a desarrolla sus valiosos y asombrosos estudios sobre la Cultura Guarani, que se sintetizan con la publicación de “La civilización Guarani” (1922).

       Cabe destacar que Moisés Santiago Bertoni nació en 1857, en Lottigna (Suiza). En 1875, por presión de su padre, Ambrosio Bertoni, respetado abogado; Moisés ingresó a la Universidad de Ginebra a estudiar Derecho. Paralelamente, tomó cursos de clasificación botánica. Falleció el 19 de setiembre de 1929. A lo largo de sus 72 años, Moisés Bertoni realizó un total de 524 publicaciones, de las cuales 107 se editaron en Suiza, 28 en Argentina y 389 en el Paraguay. Cabe destacar que Bertoni -ilustre y sabio hombre de ciencia, reconocido internacionalmente- dedicó gran parte de su vida a promocionar, con profunda convicción, la Cultura Guarani por considerarla el reflejo de la milenaria, justa, solidaria, democrática y evolucionante Civilización Guarani.

3. Conclusión
       Nuestras reflexiones sobre los Guarani y el concepto de lo perfecto; y por otra parte, la referencia a un ciudadano universal: Moisés Bertoni; pueden ayudarnos a visualizar claramente porqué es imperativo cuidar la filosofía de la Civilización Guarani. Hoy -que mucha gente estudia y manifiesta su aprecio hacia el Guarani- debemos redoblar esfuerzos para fortalecer su difusión y fortalecimiento. Pese a todo, creo que el Guarani hoy está fuerte y rejuvenecido, no solo en nuestro país; sino que, forma parte del interés de prestigiosas universidades y centros de investigación del mundo; asimismo, ya ganó varios sitios en internet, herramienta poderosa para la promoción y el fortalecimiento de la cultura a nivel universal. Finalmente, y que quede claro, siempre debemos analizar e interpretar a la Lengua Guarani a partir de la propia Cultura Guarani, caso contrario solo colaboraríamos en su progresiva, injustificable e imperdonable degeneración.


(*) Presidente (Director General) del ATENEO DE LENGUA Y CULTURA GUARANI. Doctor en Lengua y Cultura Guarani. Profesor Titular de la Universidad Nacional de Asunción. Escritor bilingüe. Traductor público. E-mail: davidgaleanoolivera@gmail.com

ooo000ooo




ELVIO VAZQUEZ 24-04-2020 KARAI TATAENDY - MBYA, TEKOHA PINDOPEGUA

jueves, 23 de abril de 2020

DIA DEL LIBRO - MITÃ PARAGUAY 23-04-2020 N24 CENTRAL - LOBO TV - CANAL 23

FACULTAD DE ENFERMERÍA Y OBSTETRICIA UNA 23-04-2020 COVID 19 - PROTOCOLO...

MITÃ PARAGUAY - CUENTO PARA NIÑOS, EN EL DIA DEL LIBRO 23-04-2020 DAVID ...

MITÂ PARAGUAY: UN CUENTO PARA NIÑOS, EN EL DÍA DEL LIBRO

MITÂ PARAGUAY
Ohai: David Galeano Olivera
Oñemombe'u
Se cuenta

Peteî jey
Que una vez

Og̃uahêhague ko ñane retâme
Llegó a nuestro país

TEKOVE ÑAÑA

Ha'éva tekove vai ha ipy'aróva
Que era un ser muy malo y muy amargado

Ha oikévo ápe
Y al entrar acá

Ndaje osê he'i
Dicen que salió y dijo

Che Koronavíru
Yo soy Coronavirus

Ha ápe ajapóta
Y aquí haré

Che ajaposéva
Todo lo que quiero

Che chembaretégui
Porque yo soy fuerte


Ha upépe osê
Y allí salió

MITÂ PARAGUAY

Mitâmi pyapy ha imbaretevéva
Criatura valiente y mucho más fuerte

Hogami guive
Quien desde su casa

Mborayhu ombyaty
Juntó mucho amor

Pévape ojapi TEKOVE ÑAÑÁme
Y con eso acertó a TEKOVE ÑAÑA

Ha he'i chupe
Y, a la vez, le dijo

Nápy Koronavíru, tereho ko'águi
Fuera Coronavirus!, andate de acá

Ha KORONAVÍRU ndaipu'akái MITÂ PARAGUÁYre
Y CORONAVIRUS no pudo vencer a MITÂ PARAGUAY

Pya'e osê oho ko ñane retâgui
Rápido salió y se fue corriendo de nuestro país

Ha péicha... MITÂ PARAGUAY ipu'akave TEKOVE ÑAÑÁgui
Y así, MITÂ PARAGUAY venció a ese TEKOVE ÑAÑA

Ha upépe opa ko mombe'u'i
Y este cuentito así llegó a su fin

ooo000ooo




miércoles, 22 de abril de 2020

MANDU'ARÂ - PARA RECORDAR

MANDU'ARÂ - PARA RECORDAR
Ohai: David Galeano Olivera
Que el inmenso cielo
Pe yvága tuichaitéva

Que el brillo interminable del sol
Pe kuarahy jajái opa'ŷva

Que la suave luz de la luna
Pe jasy resape kangymi


Que la tierra roja, Nuestra Madre
Pe yvy pytâ, Ñande Sy

Que la fresca brisa
Pe yvytu piro'y asy

Que el calor del fuego
Pe tata pytu

Que el murmullo de los cursos de agua
Umi ysyry rasê

Que el alegre canto de las aves
Umi guyrakuéra purahéi rory

Que los hermosos colores de las flores y las plantas
Umi yvoty ha ka'avomimi sa'y porâite

Que la fresca lluvia
Pe ama piro'y

Que la alegre sonrisa de un niño
Pe mitâmi pukavy rory

Siempre te recuerden que eres apenas una pequeñísima parte de la grandiosa obra de Dios dentro de este inacabable universo
Tapiaite tanemomandu'a hikuái nde ha'eha peteî kytomínte Ñande Ru rembiapo guasuetépe ko arapy ijapyra'ŷva ryepýpe

ooo000ooo




BLAS SERVÍN

BLAS SERVÍN
Ohai: David Galeano Olivera

       Blas Antonio Servín Bernal, docente, astrónomo aficionado e investigador, nació en la Ciudad de Pirivevúi, Departamento de Cordillera, República del Paraguay; el día 18 de octubre del año 1949. Su padre fue Juan Blas Servín Ramírez y su madre Griselda (Nini) Bernal. Son sus hermanos: Roberto, Waldir, Griselda y Carmen. Blas Servín se casó con María Teresa Masi y son sus hijos Rosanna María, Blas Rodrigo y Marcelo Antonio. Blas Antonio Servín Bernal, mbo'ehára, mbyjakuaahára ijeheguíva, kuaarekahára, heñóikuri Táva Pirivevúi, Tetâpehê Cordillera, Paraguay Retâme; ára 18 jasypa ary 1949-pe. Itúva héra Juan Blas Servín Ramírez ha isýkatu Griselda (Nini) Bernal. Ijoyke'ykuéra niko: Roberto, Waldir, María Griselda ha Carmen. Blas Servín omendákuri María Teresa Masi rehe ha iñemoñarekuéra niko: Rosanna María, Blas Rodrigo ha Marcelo Antonio.


       Blas Servín realizó sus estudios primarios en el Colegio Monseñor Lasagna y el nivel medio lo hizo en el Colegio Dante Alighieri, ambos de Asunción, y también estudió un tiempo en un colegio de Rio de Janeiro, Brasil. Blas Servín niko oñemoarandúkuri Mbo'ehao Monseñor Lasagna-pe ha iñemoarandu mbytegua ojapókuri Mbo'ehao Dante Alighieri-pe, mokôivéva Paraguaypegua, ha avei oñemoarandu'imíkuri peteî mbo'ehao Rio de Janeiro, Brasil-pe.

       Blas Servín, con un poco más de 20 años ya se convirtió en diplomático paraguayo ante el Vaticano. Cabe mencionar que vivió en Brasil, Italia, Francia y Venezuela. Realizó sus estudios sobre Propiedad Intelectual en la Universidad Pasteur de Strasburgo y en la Universidad Sorbonne II, de Paris, ambas de Francia. Hizo investigaciones en el Archivo Secreto del Vaticano y visitó y dió clases en numerosos países del mundo. En el año 1975, estando en Italia, compró su primer telescopio. Blas Servín, orekórô 20 ary rasami oikómakuri chugui ñane retâ remimondo Vaticano-pe. Iporâ ja'e avei ha'e oikohague Brasil, Italia, Francia ha Venezuela-pe. Oñemoarandúkuri Propiedad Intelectual-pe Mbo'ehaovusu Pasteur, Strasburgo-gua ha Mbo'ehaovusu Sorbonne II, París-pe, mokôivéva Francia-pegua. Avei ojapókuri kuaareka Vaticano Kuatiarenda Hekoñemívape ha ohojepe ha ome'êjepe mbo'epy heta tetâ ko yvoraguápe. Ary 1975-pe, oî aja Italia-pe, ojoguákuri pe itechambyry peteîha.

       Él retornó a nuestro país en el año 1985 y en el año 1986, según comentó, hizo un curso de astronomía en el Colegio Dante Alighieri con el profesor Alexis Troche Boggino, señalando que “alli empezó todo”, a la vez de recordar que en Paraguay no existe la carrera de Astronomía en las universidades. Creó el Club de Astrofísica del Paraguay y empezó a desarrollar cursos y conferencias, lo mismo que a fundar clubes de astronomía en los colegios y a dictar cursos de astronomía, en verano e invierno. En el año 1994 también creó la Asociación de Aficionados a la Astronomía. Ojevýkuri ñane retâme ary 1985-pe ha ary 1986-pe, ha'evoi omombe'uhaguéicha, ojapókuri peteî mbo'esyry mbyjakuaa rehegua Mbo'ehao Dante Alighieri-pe mbo'ehára Alexis Troche Boggino ndive, ha he'i “upépe oñepyrûmbákuri”, ha omombe'u avei Paraguáype ndaiporiha mbyjakuaa mbo'esyry mbo'ehaovusukuérape. Omoheñóikuri Club de Astrofísica del Paraguay ha oñepyrû ojapo mbo'esyry ha ñe'êsyry, upéicha avei omoheñóikuri atyha mbyjakuaa rehegua mbo'ehaokuérape ha avei ojapókuri mbo'esyry araro'y ha arahaku ajagua. Ary 1994-pe avei omoheñókuri Asociación de Aficionados a la Astronomía.

       Entre sus obras se destacan la investigación realizada sobre el primer astrónomo del Paraguay, el padre jesuita Buenaventura Suárez, como también su investigación sobre el Cielo Guarani, que describe la astronomía conocida por los indígenas Guarani y en ese trabajó contó con la colaboración de su hermana María Griselda quien se encargó de dibujar las figuras de ese cielo Guarani. Ese trabajo fue reconocido nacional e internacionalmente y le tocó exponerlo en la Argentina, México, Ecuador, Bolivia, Chile y Brasil, entre otros. Cabe destacar que por su investigación sobre el Cielo Guarani, en el año 2000, fue admitido como miembro de la Sociedad Científica del Paraguay. Umi hembiapokue apytépe oî pe kuaareka ojapova'ekue Paraguay Mbyjakuaahára peteîha rehegua, ha'eva'ekue pa'i hesuita Buenaventura Suárez, ha upéicha avei kuaareka ojapova'ekue Guarani Arapy rehegua, ohechaukáva Guaranikuéra mbyjakuaa ha upe tembiapópe oipytyvôkuri chupe heindy María Griselda omboguapýva'ekue kuatiáre umi ta'ânga oîva upe Guarani arapýpe. Péva pe kuaareka niko ojehecharamókuri ñane retâ ha ambue tetâ rupi ha ohókuri oñe'ê hese Argentina, Máxico, Ecuador, Bolivia, Chile ha Brasil-pe, hetave apytépe. Ja'eva'erâ avei upe kuaareka Guarani Arapy rehe ae oikehague, ary 2000-pe, Sociedad Científica del Paraguáype.

       En el año 2008, Blas Servín con la Municipalidad de Asunción creó el Centro Astronómico Bicentenario, en Asunción; y en el año 2010, con la Secretaría Nacional de Turismo creó el Centro de Interpretación Astronómica Buenaventura Suárez, en San Cosme y Damián. También fue miembro y directivo de la Sociedad Interamericana de Astronomía en la Cultura. Ary 2008-pe, Blas Servín Paraguay Tavaróga ndive omopu'âkuri Centro Astronómico Bicentenario, Paraguaýpe; ha ary 2010-pe, Secretaría Nacional de Turismo ndive omoheñói Centro de Interpretación Astronómica Buenaventura Suárez, oîva San Cosme y Damián-me. Avei oîjepe ha omotenondejepe Sociedad Interamericana de Astronomia en la Cultura.

       Blas Servín fue también uno de los iniciadores del periódico digital Ciencia del Sur, el día 18 de mayo del año 2017 y desde entonces también es redactor y padrino de dicho medio. Precisamente, fue en el Centro Astronómico Bicentenario de Asunción, dirigido por él, donde se realizó el acto fundacional de Ciencia del Sur. Blas Servín niko oî avei umi Ciencia del Sur moñepyrûhára apytépe, ára 18 jasypo ary 2017-pe ha upe guive ohai upépe ha oiko ipaínoramo. Centro Astronómico Bicentenario Paraguayguápe, ha'e omotenondéva, oñemoheñóikuri Ciencia del Sur.

       Recibió numerosos reconocimientos en el Paraguay y en otros países, así, en el año 2009, recibió el premio de ciencia y cultura del Instituto Tomás Moro de la Universidad Católica; en el año 2011 fue declarado Hijo Dilecto de la Ciudad de Asunción; en el año 2015 la Nasa, de Estados Unidos de América, le brindó un reconocimiento por su valiosa labor científica, En el año 2019, el Congreso Nacional le otorgó la Orden Nacional al Mérito Comuneros y ese mismo año la Agencia Espacial del Paraguay también le otorgó una condecoración. Otras distinciones que recibió son: el Grado de Comendador de la Orden de San Gregorio Magno, por el Papa Juan Pablo II, el Grado de Caballero de la Soberana Orden Militar de Malta y el Grado de Oficial Pro Mérito Metilenses. Heta jehechakuaa ojejapókuri chupe Paraguay ha ambue tetâ rupi, péicha, ary 2009-pe, Instituto Tomás Moro Universidad Católica-ygua ome'êkuri chupe jopói tembikuaaty ha teko rehegua; ary 2011-pe Tavaguasu Paraguay Ruvicha ojapo chugui Táva Paraguay Ñemoñare Poravopyre; ary 2015-pe, Nasa, Estados Unidos de América-ygua, ome'êkuri chupe peteî jehechakuaa umi kuaareka ojapova'ekuére, Ary 2019-pe, Ñane Retâ Amandaje Guasu ome'êkuri chupe jopói hérava Orden Nacional al Mérito Comuneros ha avei upe arýpe Agencia Espacial del Paraguay avei ome'êkuri chupe peteî jopói guasu. Ambue jehechakuaa ohupytyva'ekue niko ko'âva: Grado de Comendador de la Orden de San Gregorio Magno, ome'êvakue chupe Papa Juan Pablo II; Grado de Caballero de la Soberana Orden Militar de Malta ha Grado de Oficial Pro Mérito Metilenses.

       Blas Servín falleció en la Ciudad de Asunción, República del Paraguay; el día 16 de abril del año 2020. Blas Servín niko omanókuri Táva Paraguay, Paraguay Retâme; ára 16 jasyrundy ary 2020-pe.

       Blas Servín fue un gran intelectual, modesto, alegre y solidario. Su fallecimiento constituye una gran pérdida para el Paraguay. Su frase “somos polvo de estrellas” nos permitirá recordarlo siempre. Blas Servín niko peteî kuimba'e iñaranduva'ekue, hekojejapo'ỹva, ipy'arorýva ha ohechakuaáva hapichápe. Imanóniko tuichaiterei mba'e ñane retâme g̃uarâ. Iñe'êngue “ñandéngo mbyja ku'ikuemi” akóinte ñanemomandu'áta hese.

ooo000ooo