Lengua Guarani

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Ára Pyahu

domingo, 30 de enero de 2011

LA BATALLA DE PARAGUARI, EL GUARANI Y LA INDEPENDENCIA



ATENEO DE LENGUA Y CULTURA GUARANI
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David Galeano Olivera

HACE 200 AÑOS: LA BATALLA DE PARAGUARI, EL GUARANI Y LA INDEPENDENCIA
Por José Nicolás Morínigo – Publicado por ABC Color (Cultural): 30 de enero de 2011
Leer (hacer clic) en: http://dgaleanolivera.wordpress.com/la-batalla-de-paraguari-el-guarani-y-la-independencia/

Recordar el pasado no es una tarea similar a quienes intentan encontrar piezas para completar un museo de antigüedades; es, sobre todo, una tarea presente, para intentar conocer cómo podemos proyectarnos en el tiempo. Recordar el pasado sin esta conexión consciente con el futuro es simplemente una tarea inacabada que, si es interesante lo que se comunica sobre el pasado, otros tendrán que interpretarlo para proyectarlo hacia la posterioridad.
Hace 200 años, el 19 de enero de 1811, el ejército del Gral. Manuel Belgrano con 1500 hombres enviado por la Junta Revolucionaria de Buenos Aires se enfrentó a las tropas dirigidas por el gobernador Español Bernardo Velazco. El Gobernador, creyendo que la batalla estaba perdida, salió huyendo. Sin embargo, las tropas se repusieron y contraatacaron obligando a Belgrano a retirarse a orillas del río Tacuary.
En el libro de Marcos A. Morínigo con el título de Raíz y destino del guaraní, en el artículo denominado: “El guaraní entre el siglo XVII y el XIX” hace referencia a la batalla de Paraguarí y expresa que a “mediados de septiembre acordó (la Junta de Buenos Aires) enviar a Santa Fé, La banda Oriental, Corrientes y el Paraguay una expedición auxiliadora al mando del prestigioso vocal de la Junta Manuel Belgrano. El claro objetivo era sin embargo asegurar el dominio de la Junta sobre Misiones y Corrientes, y forzar al Paraguay a la obediencia”.
LO QUE OCURRIÓ ANTES
Belgrano al inicio de su expedición se encuentra, siempre de acuerdo a Marcos A. Morínigo “que con solo la lengua española no puede ponerse en relación con los habitantes de la zona, ni siquiera con la gente que forzosamente había de ser colaboradora de los propósitos de la Junta… en razón que estas personas en la mayoría de los casos solo hablaban guaraní”.
La primera reacción de Belgrano es la de tratar de imponer una conducta, por eso se establece “como condición sine qua non para ser electo diputado que asistirá al Congreso Nacional la de saber hablar castellano…”. Pero la cuestión era mucho más compleja como para ser resuelta por una disposición legal, porque “sus oficiales no podían entenderse ni siquiera con sus tropas de la caballería, formada por gente de la tierra que solo entendía el guaraní…”.
“Desde entonces desde el cuartel del Paraná publica una serie de bandos y proclamas en guaraní, para los pueblos de Misiones y Corrientes y hasta para sus propias tropas de caballería. Y emplea la misma lengua en su correspondencia con las autoridades civiles, militares y eclesiásticas del Paraguay”. Porque Belgrano simplemente se dirigía a las autoridades, pero para que la información pueda ser retransmitida a la población.
Por consiguiente, no se trataba de una lengua muerta o de una lengua que era simplemente un recuerdo, era una lengua viva, una lengua que era el mecanismo de comunicación oral predominante en el Paraguay, Misiones, Corrientes, etc., y la pretensión de Belgrano era integrar a los paraguayos a los objetivos de la Junta, cuando entre nosotros también se forjaba la idea de crear un Estado y una nación libre e independiente.
Precisamente, la batalla de Paraguarí fue la demostración de que era posible articular una acción conjunta con una finalidad específica, que el Gobernador no pudo realizar, y lo más interesante es que la gente comprendió que el motivo de la movilización no fue una consecuencia de inteligentes y agudos análisis, sino el producto de las experiencias vividas y compartidas; por eso la gente asume un protagonismo que llega hasta asombrar al general enviado por la Junta de Buenos Aires.
SE CONFIGURA LA DIRECCIÓN DE LA REVOLUCIÓN DE LA INDEPENDENCIA
Al mando del capitán Fulgencio Yegros se realizó un movimiento militar contra Belgrano, quien no tuvo otra opción que capitular. Era el 9 de marzo de 1811. Algunos miembros del Cabildo asumieron una posición crítica en contra la benevolencia acordada en la capitulación. En esta posición fue notorio el liderazgo de José Gaspar Rodríguez de Francia, que otorgaba los fundamentos racionales para darle sentido y dirección a sus posiciones. Sin embargo, la actitud comprensiva permitió superar un enfrentamiento sin producir rencores entre las partes, y facilitó a Yegros convertirse en referente de la oficialidad joven en la Provincia de entonces.
Por consiguiente, como antecedente inmediato de la Independencia del Paraguay es necesario recordar la además de la batalla de Paraguarí, el apoyo de la gente y esa voluntad solo se logra cuando existe una identidad colectiva que empieza a forjarse como una identidad de resistencia en la expresión de Manuel Castells, que se cristalizará posteriormente sobre todo con la Guerra contra la Triple Alianza (1865-1870), rememorada ya mucho más cerca en el tiempo con la guerra contra Bolivia (1932-1035).
Por consiguiente, nuestra independencia no solo tiene próceres referenciales, tiene también un pueblo que asume un protagonismo, que llega a situaciones dramáticas, que es fundamental en nuestra experiencia colectiva como sociedad.
La ausencia de una visión colectiva, muchas veces hace surgir a la independencia como una cuestión de hombres carismáticos que deprime la acción del pueblo, esa colectividad anónima que le da cuerpo y sangre a los procesos referenciales en la historia.
Por eso M. Morínigo expresa: “La expedición de Belgrano al Paraguay, si bien no tuvo el éxito deseado de la sumisión de la provincia al gobierno de la Junta de Buenos Aires, contribuyó eficazmente a despertar en los paraguayos el deseo de liberarse de los españoles”, a su vez se convirtió en un escenario en donde empezaron a moverse los que asumirían roles fundamentales en el proceso de consolidación de la independencia.
¿QUÉ APORTÓ LA BATALLA DE PARAGUARÍ?
La batalla de Paraguarí aportó dos cuestiones fundamentales para nuestra independencia: 1. La creación de un grupo que asumiría la dirección del proceso de la independencia. 2. La concreción en la práctica de un fuerte sentido de colectividad como consecuencia de un lenguaje particular asumido como propio, y de actividades comunes en el marco de un espacio social considerado, como pensaban los guaraníes, el espacio del “ser y el estar” que hasta este momento sigue siendo una referencia clave en la experiencia colectiva del campesinado paraguayo, y 3. EL PAPEL RELEVANTE DEL IDIOMA GUARANÍ COMO UN FACTOR RECONOCIDO Y EXPERIMENTADO POR OTROS COMO UN ELEMENTO FUNDAMENTAL EN LA SOCIEDAD PARAGUAYA.
Después de la retirada de Belgrano John Parish Robertson expresa: “Aquí (en Paraguay) como en Corrientes en la clase que mi hospitalario casero pertenecía, el castellano se habla poco y de mala gana por los hombres y por las mujeres nada… los primeros demostraban gran aversión a expresar inadecuada y toscamente… (en español) lo que podían hacer con tanta fluidez y aun retóricamente en el propio (idioma). Por consiguiente, el idioma fue un aspecto clave en la configuración de los efectos que generó la batalla de Paraguarí, no porque ese hecho lo haya forjado, sino por el reconocimiento que precisamente trajo aparejado.
Por eso no es que aquí se haya tenido conciencia del sentido del “ore” como un nosotros excluyente, al contrario fue un acontecimiento que permitió tener conciencia del “ñande” como fenómeno colectivo y esta es una cuestión fundamental en este momento en que nuestra sociedad empieza a disgregarse desplazando a nuestro “Ñande” por un predominio del “ore”, que en nuestra experiencia colectiva dio origen a la segmentación, la separación y la oposición, que el recordado Dr. Adriano Irala Burgos lo sintetiza en la existencia de un visión maniquea en donde unos representan toda la bondad, y el resto, toda la maldad. Esta simplicidad es algo que debemos empezar a superar.
QUIZÁS NUESTRA LENGUA CONSTITUYA UN REFERENTE IMPORTANTE PARA CONSTRUIR NUESTRO FUTURO A PARTIR DE NOSOTROS MISMOS, LO QUE IMPLICA HACER VALER NUESTRO “ÑANDE” POR ENCIMA DE NUESTRAS DIFERENCIAS. Esto implica aceptar las reglas de la democracia en el sentido que utiliza Norberto Bobbio en su texto El futuro de la democracia, cuando como epílogo expresa que apela a los valores, citando tres aspectos fundamentales: 1. El ideal de la tolerancia, 2- El ideal de la no violencia y 3- El ideal de la fraternidad.
Sigue diciendo Marcos Morínigo que “en 1811 en el Paraguay, como en Corrientes, la lengua indígena seguía siendo la preferida aún entre los miembros prominentes de las sociedades ciudadanas”.

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REHENDUSÉRO VY’A GUASU, EHESAKUTU KO’ÁPE (IMBEGUE’IMÍNTE): http://ia700407.us.archive.org/5/items/FestivalVyaGuasuPorLaLeyDeLenguasEnParaguay/VyaGuazu.mp3
El VY’A GUASU se realizó el jueves 20 de enero de 2011, en la Manzana de la Rivera y fue transmitido para todo el mundo, por internet, por Radio Ecos del Paraguay.

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