ATENEO DE LENGUA Y CULTURA GUARANI
Maitei opavavépe
David Galeano Olivera
LA LEYENDA DEL CEIBO O LEYENDA DE ANAI
Publicado por Arte y Cultura de Uruguay, el país celeste y blanco
Leer original (hacer clic) en: http://cid-abd38f7ef1c8daa6.spaces.live.com/blog/cns!ABD38F7EF1C8DA...
Cuenta la leyenda que en las riberas del Paraná, vivía una indiecita fea, de rasgos toscos, llamada Anahí. Era fea, pero en las tardecitas veraniegas deleitaba a toda la gente de
su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en sus dioses y el amor a la
tierra de la que eran dueños... Pero llegaron los invasores, esos valientes,
atrevidos y aguerridos seres de piel blanca, que arrasaron las tribus y les
arrebataron las tierras, los ídolos, y su libertad.
su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en sus dioses y el amor a la
tierra de la que eran dueños... Pero llegaron los invasores, esos valientes,
atrevidos y aguerridos seres de piel blanca, que arrasaron las tribus y les
arrebataron las tierras, los ídolos, y su libertad.
Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas. Pasó muchos días llorando y muchas noches en vigilia, hasta que un día en que el sueño venció a su centinela, la indiecita
logró escapar, pero al hacerlo, el centinela despertó, y ella, para lograr su
objetivo, hundió un puñal en el pecho de su guardián, y huyó rápidamente a la
selva.
logró escapar, pero al hacerlo, el centinela despertó, y ella, para lograr su
objetivo, hundió un puñal en el pecho de su guardián, y huyó rápidamente a la
selva.
El grito del moribundo carcelero, despertó a los otros españoles, que salieron en una persecución que se convirtió en cacería de la pobre Anahí, quien al rato, fue alcanzada por los
conquistadores. Éstos, en venganza por la muerte del guardián, le impusieron
como castigo la muerte en la hoguera.
conquistadores. Éstos, en venganza por la muerte del guardián, le impusieron
como castigo la muerte en la hoguera.
La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus llamas hacia la doncella indígena, que sin murmurar palabra, sufría en silencio, con su cabeza inclinada
hacia un costado. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo
en árbol, identificándose con la planta en un asombroso milagro.
hacia un costado. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo
en árbol, identificándose con la planta en un asombroso milagro.
Al siguiente amanecer, los soldados se encontraron ante el espectáculo de un hermoso árbol de verdes hojas relucientes, y flores rojas aterciopeladas, que se mostraba en todo su
esplendor, como el símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.
esplendor, como el símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.
Tomada de la narración oral.
OTRA VERSIÓN DE LA LEYENDA DE LA FLOR DE CEIBO
Cuenta la leyenda que esta flor es el alma de la Reina India Anahí, la más fea de una tribu indomable que habitaba en las orillas del Río Paraná.
Pero Anahí tenía una dulce voz, quizás la más bella oída jamás en aquellos parajes, además era rebelde como los de su raza y amante de la libertad como los pájaros del
bosque.
bosque.
Un día fue tomada prisionera, pero valiente y decidida, dio muerte al centinela que la vigilaba.
En ese mismo momento, quedó sellado su destino para siempre: condenada a morir en la hoguera, la noche siguiente, su cuerpo fue atado a un árbol de la selva, bajo y de anchas
hojas.
hojas.
Lentamente, Anahí fue envuelta por las llamas. Los que asistían al suplicio, comprobaron con asombro que el cuerpo de la reina india tomaba una extraña forma, y poco a poco se
convertía en un árbol esbelto, coronado de flores rojas.
convertía en un árbol esbelto, coronado de flores rojas.
Al amanecer, en un claro del bosque, resplandecía el ceibo en flor.
LA LEYENDA HECHA CANCIÓN: ANAI
(Leyenda de la flor del ceibo)
Anai...
las arpas dolientes hoy lloran arpegios que son para ti
Anai…
recuerdan acaso tu inmensa bravura reina Guarani,
Anai,
indiecita fea de la voz tan dulce como el aguai.
Anai, Anai,
tu raza no ha muerto, perduran sus fuerzas en la flor rubí.
Defendiendo altiva tu indómita tribu fuiste prisionera
Condenada a muerte, ya estaba tu cuerpo envuelto en la hoguera
y en tanto las llamas lo estaban quemando
en roja corola se fue transformando...
La noche piadosa cubrió tu dolor y el alba asombrada
miró tu martirio hecho ceibo en flor.
Anai, las arpas, dolientes hoy lloran arpegios que son para ti
recuerdan a caso tu inmensa bravura reina Guarani,
Anai,
indiecita fea de la voz tan dulce como el aguai.
Anai, Anai,
tu raza no ha muerto, perduran sus fuerzas en la flor rubí.
Rehendusérô ANAI, ohaiva’ekue Osvaldo Sosa Cordero ha opurahéiva Los Panchos; ehesakutuko’ápe:
http://www.youtube.com/watch?v=VfXWnPJJwWg
http://www.youtube.com/watch?v=VfXWnPJJwWg
En Guarani la palabra “ana” quiere decir “familiar, pariente, consanguíneo” y el sufijo “i”
es diminutivo; es decir, Anai significa “el/la miembro más pequeño/a de la familia – Benjamín/a”
es diminutivo; es decir, Anai significa “el/la miembro más pequeño/a de la familia – Benjamín/a”
El Ceibo, también denominado seibo, seíbo, o bucare, es la Flor Nacional de la República Argentina.
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