Lengua Guarani

Lengua Guarani
Ára Pyahu

viernes, 31 de marzo de 2017

LOS GUARANI Y LOS VIKINGOS - 4 ARTÍCULOS

LOS GUARANI Y LOS VIKINGOS – 4 ARTÍCULOS




1. GUARANIES Y VIKINGOS


 LuKas

Desde el punto de vista lingüístico y genético la Argentina cuenta con un grupo poblacional mestizo y desigual. Esto quiere decir que su genética esta hibridada por diferentes orígenes, pero
que la distribución económica se mantiene dentro de un mapa cultural, que
prefiere el castellano por sobre otras lenguas.



Hasta acá es todo bastante simple, pero pensar en ganadores y perdedores genético-lingüísticos no solo debería incluir a los descendientes de los pueblos originarios y de los inmigrantes
europeos que llegaron luego de Pedro de Mendoza en 1536.

Para empezar, hace 20 mil años atras, un grupo de unas 10 personas que sobrevivían como podian comiendo mamuts en el Artico logro cruzar al hoy continente americano a traves del estrecho de
Bering. A medida que la era glacial retrocedia y los casquetes polares se
derretian (aumentando el nivel del mar) nuestros mamutfagos se aislaban de sus
primos asiaticos: comenzaron a desplazarse hacia el Sur.

En su desplazamiento, estos grupos humanos protagonizaron procesos de segregación e integración que incluyo otros pueblos migrantes desde europa, de perdida y conservacion, pero el codigo
genetico mitocondrial (materno) y del cromosoma Y (paterno) permanecieron con
pocas variaciones, permitiendo seguirles el rastro.

Al entrar en Sudamerica hace 2000 anios uno de estos grupos, los guaranies, se establecieron en distintas regiones del continente, especialmente Paraguay, Bolivia, Brasil, Argentina y
Uruguay.

Las causas de su migración hacia el sur fueron principalmente la necesidad de ocupar nuevas tierras aptas para el cultivo de maiz y mandioca y la presión de otros indígenas.

Los guaranies se establecieron en territorio argentino antes de la llegada de los espanoles y se subdividieron en distintos grupos dependiendo de la zona donde habitaban: en Argentina tenemos
los guaranies de las islas (en las islas del Delta del Parana), los del
Carcarana, de Santa Ana (en el norte de Corrientes, los caingang o cainguas (en
la region mesopotamica) y los chiriguanos (en Chaco).

El idioma hablado por este pueblo es el guarani, una lengua de la familia tupi-guarani, de origen malayo-polinesio. Este idioma es lengua oficial en el Paraguay y en la provincia de Corrientes.


Convidados de piedra

Pero sabemos tambien, por evidencias arqueologicas, que los vikingos estuvieron en la Cuenca del Plata por lo menos un siglo antes que los continuadores de Cristobal Colon.

La lengua guarani tiene numerosas palabras del norres que hablaban los vikingos. Muchas palabras recabadas por los jesuitas con los pueblos integrados a las misiones tiene origen vikingo.
Hasta la forma de la aldea guarani tiene caracteristicas de la fortaleza
vikinga.

La virtualmente extinta tribu Guayaki desciende de un conjunto humano de raza blanca y biotipo longilineo: los varones guayaki tienen piel clara, barba tupida y el cabello les ralea en
la coronilla.

Actualmente los comunidades de guaraníes de la provincia de Misiones estan pasando por graves problemas que podrían llevar a la desaparición del pueblo. Muchos an migrado durante décadas
a las periferias de las grandes ciudades del pais, con mala suerte la mayor de
las veces.

Las principales causas son la falta de tierras, la desnutricion, la tuberculosis y la falta de ayuda por parte de los distintos gobiernos.

Actualemente son alrededor de siete mil los indígenas, que se agrupan en 76 aldeas. La ciudad de Buenos Aires de alguna manera es deudora de estos pueblos originarios, a los que alguna vez
ofreció un albergue y futuro que no se concreto en la realidad.

El factor principal de la crisis de estos pueblos hoy es la falta de territorios, ya que esta tribu utiliza los recursos naturales en amplias extensiones de tierra, desplazándose en grandes
distancias para cazar, pescar, recolectar frutos del monte. La presión
demográfica sumada a la explotación forestal irracional hizo que las
comunidades vean reducido su espacio vital.

Ademas existe una emergencia alimentaria y sanitaria, con picos muy graves en algunas comunidades, con niños con alto indice de desnutrición y enfermedades asociadas como la tuberculosis.

Mi propuesta es realizar un trabajo transdisciplinario, donde se buscara obtener una doble cartografía genomico-lingüística, que una vez consolidado sera puesto a disposicion de
cualquier investigador para el desarrollo de proyectos encaminados al
desarrollo cultural y al cuidado de la salud.

Hasta ahora no he conseguido que las instituciones que podrían sostener este proyecto me presten atención. Si alguno de ustedes tiene alguna idea de como continuar este sueño, que me cuente como.



2. LOS VIKINGOS EN SUDAMÉRICA


Publicado por Descubiramérica.wordpress.com

La presencia de europeos u otras culturas en la América antes de Colón no resulta muy ortodoxo y existen enormes evidencias de estas presencias:


Gran cantidades de escrituras runas (vikingas) por toda meso y Sudamérica, perfectamente traducidas. Los nombres de muchas instituciones, pueblos, denominaciones,
dioses,etc. son intraducibles o de traducción absurda en las lenguas nativas
aymara, quechua, etc. pero encajan y tienen más sentido si se traducen desde
lenguas vikingas. Persisten en Brasil restos de poblaciones blancas rubias y de
ojos azules no debidas a variaciones ocasionales de los tipos indios ni del
mestizaje europeo moderno.



El origen de las más relevantes culturas meso y sudamericanas tiene su origen en la irrupción de los vikingos (vihing) en sus vidas (cosa que sus propias leyendas confirman). Sin embargo ya
antes se sabe de la presencia de misioneros cristianos (los vikingos eran muy
tolerantes con las restantes confesiones) provenientes seguramente de Irlanda.
Dejaron en América la idea de que los hombres blancos eran básicamente
inofensivos, aunque de extrañas costumbres sociales. Existen claras influencias
en las religiones nativas. En el Viejo Imperio de Tiahuanacu las analogías son
realmente sorprendentes…

Situémonos en la época. Estamos sobre el año 1000 d.c., poco antes el fin del primer milenio. Aún faltan 500 años para la llegada de Colón. Los vikingos están digamos que en cierta
“decadencia”. Ya no son lo que eran: bravos conquistadores. Ahora se están
acostumbrando a la paz y el orden. Son los amos feudales de enormes extensiones
de Europa y pueden vivir de rentas. Hay que hacer notar que vikingo no equivale
a pirata. Los vikingos era una cultura guerrera, pero también industrial, y
amante de las artes. La imagen desfigurada que se ha tenido de ellos viene por
su propensión a la rapiña por los pueblos más meridionales de Europa, creando una
leyenda de asesinos y anticristianos. Nada más lejos: eran muy tolerantes con
las religiones ajenas y los cristianos no tuvieron problemas en predicarles.
Solo que un convento era para ellos un excelente lugar donde entrar y
enriquecerse – ¡los curas solían tener de todo!-.

Las sagas vikingas en nada desmerecen a la griegas. De hecho muchos pueblos los adoptaron como defensores y dirigentes, cosa que sabían hacer muy bien. De ahí vino esta nueva era de
tranquilidad en la que se encontraron como jefes indiscutibles ya sin necesidad
de entrar a la brava. Pero esta situación solo era buena para los primogénitos
y los reyes en activo. ¿Qué ocurre con los hijos segundones y con los que no se
acostumbran a este nuevo orden de cosas?. Se ven abocados a conquistar su
gloria y propios imperios en otros nuevos y desconocidos territorios.

En el siglo X es conocida perfectamente la existencia de territorios casi inexplorados hacia el oeste. Se sabe en ciertos círculos con acceso a escritos antiguos. En realidad ya se
comentan viajes a Centroamérica en el año 536. Irlanda y Groenlandia son de
sobra conocidos, Vinlandia (Terranova) también. Las historias de vikingos
arrastrados por corrientes o tormentas no son escasas.

Tampoco es imposible pensar que los fenicios hubieran llegado a Brasil, tal vez este nombre provenga del de una deidad fenicia: Brazil(?).

Algunos vikingos eligen el oeste. Y sabemos quien los dirigía: un tal Ullman. Por lo que se sabe de sus costumbres y usos debieron ser unos 500 o 700 hombres y mujeres. Iban para no volver, no
se trataba de una razzia. Iban para quedarse. Como en Europa muchos de los
indígenas americanos tendieron a aceptar a aquellos hombres blancos y barbudos
que venían en seres enormes por el mar como sus jefes naturales. Además no eran
extraños. Entre los indígenas ya se conocía la existencia de este tipo de
seres. Es muy posible que ya hubieran estado por allí misioneros cristianos
dada la presencia entre ellos de ciertas creencias curiosamente afines al
primitivo cristianismo. Las tribus costeras acogieron, como lo harían con los
españoles 500 años después, con simpatía a estos visitantes que como entonces
les ayudarían a sacudirse el yugo de sus opresores aztecas o mayas. Recordar
que en estos territorios no vivían solo aztecas y mayas sino otras muchas
tribus sometidas a sus yugos. Los vikingos, poco aptos para aguantar este clima
casi tropical aprovechan el conocimiento de ciudades prosperas en el interior
montañoso y nevado para dirigirse hacia allí. Debieron contactar con los
toltecas, que eran también unos recién llegados y aún muy primitivos viviendo
entre las ruinas de una brillante civilización precedente.

De este encuentro surge una nueva nación: los Olmecas (no confundirlos con otros olmecas más desarrollados que vivieron más al sur). Se convierten en los
reyes feudales de esta tribu y fundan una ciudad a unos 150 km. de la actual México.
El territorio se extiende y aplican en él los mismos principios que en Europa.

Se nombran jefes a los vikingos y estos controlan las instituciones más altas. El resto lo subcontrolan los nativos. En cierto modo es una autonomía dentro de un estado superior que
controla la defensa, cierto nivel de leyes fundamentales, la educación, la
distribución de alimentos y la religión. Pero existe para los nativos amplia
autonomía para mantener sus propias costumbres y creencias. Las leyendas
nativas hablan de este dios Quetzalcoatl
(Serpiente emplumada) como el origen de su pueblo, el que les trajo todo lo
necesario para ser alguien: religión, ciencia, agricultura, metalurgia… También
el calendario solar (los vikingos son un pueblo adorador del sol), aunque tras
su desaparición solo conservaron el lunar.

Sobre el 987 y unido a un fuerte contingente indígena invaden el Yucatán y fundan Cichen-Itzá. Los frescos del templo de los Guerreros muestran a estos guerreros nórdicos con sus penes erectos – tal vez
el uso de sus penes fue lo que provocó sublevación que les hizo retirarse. A su
vuelta a la meseta mexicana se encuentran con que las costumbres vikingas se
han relajado bastante y a comenzado el mestizaje y la aparición de descendencia
mixta. Esto enraíza a algunos con el país y les da poder (ya no son sólo
extranjeros dominadores sino autóctonos ahora, nativos).

Las leyes vikingas han sido quebradas: no se admitía el mestizaje, había que preservar su raza integra. Esta situación provocará la desaparición de la aristocracia blanca, diluida en
mestizos. El dominio de una raza oligarca sobre la dominada desaparecería en
poco tiempo de seguir así las cosas. Tampoco puede Ullman eliminar a los
traidores: ahora son poderosos dado que son en parte nativos.

La solución: buscar otro territorio donde empezar de nuevo. Ancha es América. Los cronistas españoles hablaran de ciertos “indígenas altos y rubios, más blancos que los propios españoles” entre los
nativos. Ullman parte y las leyendas nativas de Colombia lo recuerdan: “un
héroe civilizador de raza blanca y abundante cabellera y barba blanca”. Un
vestigio toponímico: Cundinamarca, región colombiana en la meseta de Bogotá. Su
traducción en lengua vikinga (norrés, concretamente, origen del noruego y
danés) significa “frontera del reino de Dane” (Dinamarca). Dada la climatología
buscan rápidamente las alturas y las nieves llegando a Quito. También llegarán
a Chan-Chan, donde las leyendas locales hablan de “una gran flota desde el
norte” – por el año 1000 -. Un dios mochica es Huatan, cuya pronunciación en
lengua nativa suena casi como Votán, un dios vikingo. Adoran a la luna los
mochicas usan sin embargo en su decoración el carro solar vikingo. Pero pronto
desaparecerán también los vikingos de esta zona. El único buen puerto natural
siguiente es Ilo. Si se traduce al norrés dice “fondeadero”. El siguiente lugar
en donde se encuentra claramente evidencias vikingas es en los Andes. Pirhua
(Perú) significa “granero” en quechua. En lenguas vikingas se puede traducir
como “De origen Sagrado”. Manco provendría de “mann” y “konr”: hombre rey, Inca
(inga en español) vendría de “Ing”=descendiente. Viracocha sería “mar de
espuma” en lengua indígena, en norrés vendría de “Verr Godh”= Hombre Dios. Los
vikingos se convirtieron en los amos y señores de esta zona, expandiéndose
posteriormente por toda Sudamérica.

Los reyes incas han sido siempre descritos como hombres altos y blancos, con barba y melenas rubias. Nada que tenga que ver con los nativos. Sencillamente hicieron lo que siempre. Se
erigieron en las casta guerreras y feudales sobre estos pueblos y los
impulsaron hacia un gran progreso y organización social. No existía el comercio
(de ahí el escaso valor económico de oro y plata). En cierto modo era una
dictadura paternalista y muy social en cuanto alimentación y educación. Sin
embargo hubo un pretendiente nativo (mestizo) que provocó la desaparición de
este Imperio Antiguo. Tras algunos años de decadencia, los vikingos volvieron a
reconstruir en parte su imperio sudamericano, pero pronto volvieron a ser
relegados al este, a la Amazonia y al actual Brasil y Paraguay donde existen
enormes evidencias escritas y de monumentos de claro origen vikingo. Este
fue el fin del imperio vikingo en Tiahuanacu. Sin embargo este periodo influyó
decisivamente por toda Sudamérica dejando vestigios que han llegado hasta hoy
pese a la saña inculturizadora de los misioneros españoles, entusiasmados en su
empeño de borrar todo indicio de la anterior cultura.

Arahuac (pronunciado Aravac) es el nombre de cierta tribu. Su nombre no significa nada en su propia lengua pero en norrés (vikingo) significa algo así como “guardias a titulo honorífico”,
viniendo de “era” (honor) y “vaka” (guardia). Se trataba de un pueblo que los
vikingos integraron en sus cuadros para vigilar y escoltarlos por sus viajes a
través de los ríos amazónicos del Matto Grosso. A propósito: “Matt” es la voz
vikinga para designar llanura, exactamente lo que es el Matto grosso: una
llanura. Otra tribu indígena que se integro con los vikingos y adquirieron a su
vez el honor de ser sus vigilantes fueron los que los vikingos llamaban Varanis
(Guaraníes en la pronunciación local) siendo “vari” guardián en norrés. Los
vikingos usaron muy a menudo el delta del Amazonas haciendo y conservándose aún
las ruinas de ciertas construcciones portuarias. Allí existen pies grabados en
la roca, una señal vikinga de camino a seguir. Existe una peña de 800 m que los vikingos
aprovecharon para marcar un gran mojón identificativo para sus compañeros: se
trata de la Pedra da Gavea, una escultura que muestra a un guerrero vikingo con
su gran casco y una inscripción aún legible para los entendidos en runas y
grafía vikinga: el texto advierte de la presencia de aprovisionamientos para
arreglar los barcos en una playa cercana de arena gruesa. La zona resulta ideal
para un fondeadero y existen evidencias arqueológicas de que así fue utilizado.

Desde 1140, la orden del Císter comienza a construir las catedrales góticas. En aquellos tiempos si algo no había era liquidez monetaria. Los pagos se libraban con “cheques” y papel moneda. Las
monedas usadas hasta entonces ya estaban tan gastadas y acaparadas que no había
dinero en circulación. De repente el Temple comienza a financiar las catedrales
y a verse monedas de plata en gran cantidad. ¿De donde sale toda esta nueva
plata, ya que la plata europea estaba agotada?. Parece ser que el Temple,
enterados de las andanzas vikingas llegó a un acuerdo de servicios con ellos: a
cambio de plata ellos suministrarían a los vikingos artesanos y conocimientos
para su desarrollo. El Temple en América?!. Sin embargo existen sellos de la
orden datados en 1307
con dibujos de amerindios muy característicos. El asunto funcionó mucho tiempo
aunque, como casi todo acuerdo provechoso en aquellos tiempos se mantuvo en el
más estricto secreto.

Uno de los vestigios de la cristianización (la segunda, la tercera sería la española) es una ruinas de unas obras destinadas a erigir lo que debió ser la primera iglesia de estilo románico en
América. Está situada en Kalasaaya y debió ser impulsada por el padre Gnuppa,
el Pai Zumé de las leyendas indígenas (Santo Tomás una vez cristianizado por
los españoles). A unos 150 km
de Parnaiba se encuentra una especie de “ciudad encantada de Cuenca” Se trata
de “Sete Cidades” un capricho de la erosión. Los vikingos aprovecharon sus
rocas para crear su propia icono grafía. Se podría suponer que solo se trataba
de caprichos naturales si no fuera por que están profusamente acompañadas por
runas, la escritura vikinga de la época, del dialecto schleswigense.
Seguramente escritas por soldados ociosos en sus turnos de guardia – desde el
típico “Ulf estuvo aquí” hasta largas y eruditas sentencias de las sagas
vikingas… típicos graffitis de la época. La existencia de esta zona religiosa
es crucial dada la costumbre de los vikingos de edificar casi todas sus obras
en madera lo que no ha permitido dejar demasiadas huellas de su paso, aparte de
algunos muros y muelles…


LA CIUDAD PERDIDA DE BAHÍA

El coronel O’Sullian Beare, ex-cónsul británico en Río de Janeiro, reveló haber llegado en 1913, con la ayuda de un guía mestizo, a una antigua ciudad en el estado de Bahía. Allí vio una columna negra en medio de una plaza,
encimada por una estatua, tal como la descripción del documento 512 escrito por
los bandeirantes. En São Paulo un explorador alemán, Heinz Budweg, aseguró que
las ruinas de la ciudad perdida se situaban en el poblado de Iguatú, no muy
lejos de Lençóis. El 20 de julio de 1997 logré llegar a la ciudad perdida,
donde encontré murallas ciclópeas, algunas con bloques de más de 1,50 metros de
longitud. Entre las ruinas viven menos de 200 descendientes de los esclavos y
buscadores de oro y diamantes que allí acudieron el siglo pasado.

”La ciudad fue construida por los vikingos, hacia el año 1000 de nuestra era. Dejaron un sistema complejo de alcantarillado que, según los libros de historia,
jamás habría existido en Brasil hasta finales del siglo pasado. También
encontré varias inscripciones rúnicas en la entrada de una mina. Toda la meseta
está plagada de senderos, los “peabirús” usados por vikingos e incas para
comunicarse con América andina”, me reveló Heinz Budweg.

Cuando cayó el imperio por la presión nativa y la natural descomposición interna el acuerdo quedó finiquitado de facto y América se quedó aislada de nuevo. Aunque
no por mucho tiempo. Colón la descubrió muy poco después.


3. VIKINGOS EN AMERICA DEL SUR


Por Mario Pérez Colman

Los vikingos estuvieron en la Cuenca del Plata por lo menos un siglo antes que Colón, y dejaron huellas. Grabadas en las rocas de Cerro Guazú hay infinidad de runas, la escritura vikinga. La
lengua guaraní tiene numerosas palabras del norrés que hablaban los vikingos.
La toponimia recogida por los jesuitas -Weibingo, Storting, Tocanguzir, por
citar algunos topónimos- tiene indudablemente origen vikingo. La aldea guaraní
está copiada de la fortaleza vikinga. Y hay mucho más.

-¿Cuál sería la influencia vikinga en los mitos guaraníes?

-Los siete hijos monstruosos de Tao y Kerana tienen sus equivalentes nórdicos con las mismas funciones. Este mito no está incorporado en las tradiciones de la mayoría de las etnias guaraníes,
sino que se mantuvo como un sistema propio del valle del Guarini Pytá, antigua
tierra de los Kari'og (del norrés: Karl = campesino, og = casa), que fueron el
resultado de la aculturación de los Mbyá litoraleños por incursores vikingos en
el siglo XIII. El Yaguahú (en norrés Jager=cazador, hund=perro) es Gorm en el
mito nórdico. El Mbói Tuí es la gran serpiente Yormund. El Moñai es un elfo
escandinavo que atesora sus robos en cavernas. En el Yasí Yateré, rubio y de ojos
azules, debemos ver a Odín, que con una varita mágica crea las runas. El Kurupí
es el Frey escandinavo, un cazador sensual y desmesurado genitalmente. El Ao Ao
es un coloso de la mitología nórdica, capaz de transformarse en monstruo
antropófago. El Huichón es el lobo Fernis, que ronda los cementerios y se
alimenta de cadáveres...

-¿Cuánto más abarcan las semejanzas?

-Todo: la armadura, el código, el mensaje del mito. En las dos mitologías por igual, la primera pareja humana es creada con elementos vegetales y minerales. Los espíritus malignos guaraní y
escandinavo se casan con hijas de la primera pareja y engendran monstruos. En
ambas mitologías se registra una catástrofe universal: el Ragnarok u ocaso de
los dioses, palabra que pasó al guaraní como roñairó y luego ñorairó, con el
significado de agresión mutua.

-Pero, ¿no hay semejanza entre todos los mitos del mundo?

-En este caso son tales los puntos de contacto que debemos descartar la coincidencia normal.

-¿Hay rastros biológicos de una presencia vikinga?

-La gente de la virtualmente extinta tribu Guayakí desciende de un conjunto humano de raza blanca y biotipo longilíneo; lo hemos comprobado científicamente. Los guayakí son de raza
blanca, ligeramente mestizados con mujeres amerindias en una época
relativamente reciente. Los varones guayakí tienen piel clara, barba tupida, el
pelo les ralea en la coronilla y el microscopio revela que es pelo propio de la
raza blanca.

-¿Con qué pueblo blanco vincula usted. a estos guayakí?

-Con una población de tipo ario, cuya presencia en el Altiplano, siglos antes del Descubrimiento, está probada por nada menos que 300 momias rubias encontradas en Paracas y otros lugares del
Perú.

-¿Momias vikingas, diría usted?

-Creemos que los incas eran vikingos.

-Pero, ¿hubo en el Paraguay vikingos o sólo mestizos de vikingos y americanos?

-De cualquier manera que haya sido, las huellas de los vikingos en el acervo paraguayo son evidentes. Yo, personalmente, creo que llegaron hasta aquí, que entraron con sus barcos por
los ríos navegables. También debemos pensar que alguna vez hicieron frente a
otros vikingos venidos desde el Altiplano con sus huestes aborígenes en son de
conquista.

-¿Alguna otra cosa vincula a los guayakí con los vikingos?

-¡Tantas...! El hecho de que conservaron como símbolo tribal inscripciones rúnicas y runoides, que por último ellos eran capaces de trazar aunque ya no entendían su significado. El
hacha de guerra de los guayakí, que es la primitiva hacha vikinga: una piedra
afilada y empotrada en madera verde, donde queda como soldada cuando la madera
se estaciona.

-¿Cómo fueron descubiertas las inscripciones rúnicas?

-Hacia fines de la década del 60, un geólogo del Ministerio de Obras Públicas, Pedro González, halló en el departamento de Amambay 157 grutas con las paredes cubiertas con esas
inscripciones. En la década siguiente, el profesor Jaime M. de Mahieu y el
runólogo alemán Hermann Munk estudiaron 61 de las inscripciones en cuestión.

-¿A qué conclusión llegaron?

-Algunas de las inscripciones son rúnicas de diseño clásico y otras revelan un largo proceso de degeneración gráfica. El profesor Munk pudo reconocer también un dialecto medieval que se
hablaba en Schleswig y que era intermedio entre el norrés -antiguo danonoruego-
y el bajo alemán.

Pistilli se enzarza en una apabullante demostración de hasta qué punto está inficionado el guaraní, lengua de origen malayo-polinesio, con palabras del norrés apenas deformadas por su
uso en un medio extraño y a través de los siglos.

-Hasta la palabra guaraní la debemos a los vikingos -dice- . Viene de wariní, que quiere decir, en godo, de los guerreros.

Pistilli acaricia un hacha guayakí, con aire melancólico. Reniega más del desinterés con que siempre fue recibida la hipótesis vikinga que de la oposición que se le ha hecho. El profesor de
runología y jefe de los Archivos Rúnicos de la Universidad de Oslo, profesor
James E. Knirk, no ha demostrado gran entusiasmo al señalar que sólo con un
estudio in situ la institución a su cargo podría certificar el origen de las
inscripciones en las cuevas de Cerro Guazú.

-Y, sin embargo -se lamenta Pistilli-, esto es muy importante, demostrativo de que América no le debe exclusivamente a España todo lo que la Conquista trajo del Viejo Mundo, ni siquiera
las primeras nociones cristianas, porque los vikingos estaban cristianizados
cuando llegaron acá. Pero a los paraguayos nada nos parece muy importante.
¡Somos bien raros, nosotros!

Los aché

El del grabado es un rostro de guayakí existente en el Museo Antropológico de Asunción. Estos indios blancos se llamaban a si mismos ashé, palabra que proviene del vikingo asch, que
significa fresno y denomina a uno de los dos árboles que, según la mitología
nórdica, les dieron orígen. Los italianos llamaron a los vikingos aschcomani:
hombres del fresno. Y el ashé de los guayakí tiene el mismo significado. Esos
indios dicen urmá para significar antiguo. En vikingo, ür es antiguo, y man,
hombre.

Hombre de las runas

El doctor Jaime M. de Mahieu, fallecido no hace mucho, autor entre otros varios libros de "El rey vikingo del Paraguay" (Hachette, 1979), vivió en la Argentina donde fundó
el Instituto de Ciencia del Hombre y fue profesor en la Universidad Nacional de
Buenos Aires. El profesor Pistilli recuerda que, cierta vez, Mahieu le confesó:
"Debí haberme dedicado plenamente a la ciencia en vez de hacer
política". Pistilli supone que Mahieu estuvo muy allegado a Perón.

Mahieu realizó cuatro campañas de investigación en tierra guaraní, vinculadas con los vikingos y sus descendientes, los "indios blancos". Tales campañas fueron declaradas
de interés oficial por el general Alfredo Stroessner, a la sazón presidente del
Paraguay.



4. CERRO CORÁ EN PARAGUAY: FUERTE VIKINGO, AVANZADA DE TIWANAKU AL ATLÁNTICO

Publicado por VikingosEnArgentina.com

Trataremos aqui de las Ruinas de Cerro Cora y del Amambay en general, en Paraguay. Estas ruinas son los restos de un establecimiento colonial de los Vikingos,
descendientes de daneses de la región de Schleswig (en aquel entonces Dinamarca,
hoy Alemania), creadora de Tiwanaku, para asegurar la salida al Atlántico a
través del Paraguay y el Brasil.




Además, es muy probable, solo falta que el Gobierno del Paraguay autorice la exploración arqueológica, que la zona haya sido lugar de sepultura de los Reyes Blancos de
Tiwanaku.

Este lugar junto con la Avanzada Vikinga de en los Valles Calchaquíes, como ya desmotráramos, son una prueba contundente de la presencia vikinga en
Sudamérica.

Los argumentos y fotografías que siguen a continuación, han sido extraidos de la Obra del genial antropólogo franco-argentino, ya desaparecido, Jacques de
Mahieu, cuya revolucionaria teoría demostró la larga odisea de los vikingos a
través de toda américa y su posterior comercio (Ruta de la Plata) con los
Templarios que comenzaron a incursionar en Sudamérica, además de tener
asentamientos incluso en la Patagonia.

Hay una region de Paraguay donde existe evidencia sobrecogedora de la ocupaciòn vikinga durante el período Post Vikingo después de 1000 D.C.

Es llamativo que en estas en estas regiones del Paraguay y de Argentina y Brasil se hayan venido a refugiar gran cantidad de nazis, después de la Segunda Guerra
Mundial... quizás porque los esotéricos nazis sabían de estos asentamientos
prehispánicos de daneses del Schleswig?

...como quizás también lo sabía el Mariscal paraguayo, Francisco Solano López, Presidente del Paraguay quien pudiendo replegarse hacia Bolivia (al final de la desastroza
Guerra de la Triple Alianza que libraron Argentina, Brasil y Uruguay contra
Paraguay entre 1865 y 1870) quizo librar su última batalla en las proximidades
de este Fuerte en Cerro Corá y quien habría dicho antes de morir "No es la
primera vez que finaliza una civilización aquí".

Las abundantes inscripciones rúnicas que se encuentran por doquier en la zona, indican un dialecto muy cercano al lenguaje hablado por los habitantes de la península
Schleswig/Jutland en el Mar Báltico, en lo que hoy es el norte de Alemania,
donde se encuentra su frontera con Dinamarnca.

A finales de 1970 un equipo profesional conjunto del gobierno paraguayo, el ejército, y el Instituto Antropológico de Ciencia del Hombre de Buenos Aires, Argentina,
encabezado por Jacques de Mahieu, realizaron prospecciones arqueológicas que
aportaron aplastantes pruebas que no dejan lugar a duda que los Vikingos se
asentaron en esta región de Sudamérica.

En el período justo antes de que los españoles se establecieran como la fuerza dominante en la región, un marinero náufrago portugués, Alejo García,
sobrevivió a un naufragio cerca de Santa Catarina, Brasil.

Allí supo de la existencia de un "Rey Blanco" en las tierras continentales. En 1521 García fue con tres compañeros a buscar a este Rey.

Cruzaron la región de Guayra "por un camino en perfecto estado" (La famosa Ruta del Peabirú de la que todavía se siguen encontrando rastros y que une
Tiwanaku con la costa brasilera del Atlántico).

En 1542 el adelantado español Alvar Nuñez Cabeza de Vaca siguió las huellas de García y escribió una crónica confirmando lo dicho por García con detalles similares.

La pista seguía el banco norte del río Paranapanema y cruzó el gran río Paraná hacia un asentamiento marcado en los mapas más antiguos como Ivinheima (IVIN - Antiguo
alto alemán Iwa. HEIMA - Antiguo alto alemán heim - país, o sea País de Iwa).

Este lugar es ahora conocido por el nombre guaraní "Yguarey" ("Río de los antiguos habitantes" o "rio de los habitantes de la antigüedad").

El "iwa" era un árbol cuya madera roja, tosca pero flexible, era usada por los hombres del norte para fabricar arcos.

Los indios Guayakíes locales usan la palmera acrocomia-tatai para el mismo propósito. Cabe destacar que los guayakíes paraguayos son "aborígenes" de rasgos
caucásicos (blancos) y, como demostrara jacques de Mahieu, son descendientes de
nórdicos cruzados con guaraníes.

Desde Ivinheima, la pista cruzaba la Mesopotamia y la cresta del Cerro Corá (lugar central en este artículo) hasta la Montaña San Fernando en el banco este del
Río Paraguay, justo encima de un asentamiento marcado en los mapas más antiguos
como "Weibingo".

El nombre "Weibingo" viene del norrés vej (camino) y vink (señalación) o vinkekl (ángulo) de esta manera significa "poste de señalación" o más
probablemente "curva de la pista", el punto donde el viajero,
siguiendo la ruta desde lo que hoy es Asunción, tenía que doblar a la izquierda
para llegar a Potosí (Bolivia).

Una tercer lugar interesante, mencionado en los más tempranos recuentos de Schmidel, es Froenirtiere, donde habia una fortificación en ruinas con empalizada.

Ni Ivinheima ni Weibingo, así como tampoco Froenirtiere son nombres que tengan raíces en los lenguajes amerindios o el español.

En los años '30, el Mayor Marcial Samaniego era un joven ingeniero y oficial in el Ejército Paraguayo, estacionado en la relativamente poco poblada zona
fronteriza de la cual el Cerro Corá (cercano al pueblo moderno de Pedro Juan
Caballero, en la frontera con Brasil) forma parte.

El tenía un apasionado interés en los asuntos étnicos. Todas las noches en su tienda él grababa en una cinta magnética las interminables historias que le contaron los
ancianos nativos del lugar, cuya confianza se había ganado.

Su principal interés era preservar el conocimiento de las tradiciones ancestrales que corrían riesgo de perderse con la marcha de la civilización y la
Cristiandad.

Un extracto particular de la tradición Tupi-Guaraní, "El Gran Rey del Amambay" lo intrigaba. Copió lo siguiente: "En días pasados reinaba
en esta región un poderoso y sabio rey llamado Ipir. Era un hombre blanco y
llevaba una larga barba rubia.

Con hombres de su raza y guerreros indígenas leales a él, vivió en un gran asentamiento en la cima de una pequeña montaña.

Poseía temibles armas y grandes riquezas en oro y plata. Un día, sin embargo, fue atacado por tribus salvajes y desapareció para siempre. Esto me fue relatado
por mi padre, y a él le fue relatado por mi abuelo".

Todas las tribus Guaraníes de Paraguay, Brasil y Bolivia recuerdan a este Rey Blanco de la antigüedad.

El Mayor Samaniego era consciente de que las tradiciones indígenas pueden distorsionar mucho hechos pero nunca inventarlos.

El nombre Ipir no tiene significado en Guaraní; no es un nombre Guaraní y es extraño a la estructura del lenguaje guaraní, cuyas palabras (con pocas excepciones, ninguna
de las cuales termina en "ir") terminan en vocal.

En Enero de 1973 una edición en Asunción del periódico diario "ABC Color" incluía un largo artículo anunciando el descubrimiento, por el geólogo Pedro
González del Ministerio de Obras Públicas, de 157 cuevas y grutas en una
selvática y montañosa región del Amambay.

En algunos de los muros de la cueva halló numerosos grabados en una escritura extraña.

En la meseta del Amambay, solamente el Cerro Guazú tiene 5 cuevas o refugios de roca con miles de inscripciones hechas a cincel. De éstas, 71 fueron traducidas por
el runólogo de la expedición.

El complejo entero contiene la colección más grande de escrituras rúnicas en el mundo.

La mayoría se encuentran en futhark clásico, algunas en anglosajón (o futhark local de la Alemania continental).

Se deduce del material traducido qe los Vikingos Paraguayos eran descendientes de danesesque habían venido primariamente desde Schleswig, que hablaban un
dialecto del norrés y del Antiguo Bajo Alemán.

Dialecto Rúnico Sudamericano, que tal vez fue desarrollado localmente durante un período de 300 años en el cual los vikingos estuvieron en Sudamérica.

En un refugio de roca conocido como "Abrigo de Odin" hay una imagen delicadamente cincelada de Odin montando su caballo de seis patas, Sleipnir, el
cual está cruzando de un mundo a otro: el dios sostiene su lanza Gungnir en su
mano derecha.

Ante el "Abrigo de los Altares" se encuentran dos bloques de roca toscamente tallada de aproximadamente el mismo tamaño. Los investigadores consideran que
forman un altar de sacrificios. Ambos tenían en un lado cierto número de
grietas cuyo propósito era drenar la sangre de las víctimas hacia afuera.

Otros grabados eran tres simples runas: la runa de la muerte, hagalaz (h ) y solewu (s ), ideogramas que pueden ser transliterados como "En la muerte ten fé
en el Sol".

La segunda piedra de sacrificio tiene las runas eihwaz (e ), fehu (f ) y uruz (u ), significando justicia, propiedad (prosperidad?), virilidad. Y debajo del altar
hay sólo una runa, mannaz (hombre).

Dos inscripciones en el refugio de roca confirmaron que los bloques en cuestión ciertamente componen un altar de sacrificios. Uno de ellos, un criptograma grabado en un
medallón de color mucho más oscuro que la roca alrededor, reza: thurisaz + isa
+ odala + ansuz + solewu + solewu (thi o como s), lo cual el runólogo de la
expedicón de Mahieu, tradujo como "A tí, Odin, Dios del Sol".

Otra litografía en el mismo refugio despeja toda duda acerca de la práctica de sacrificios en este lugar: ofak/les that uile/ifuil, literalmente: "Que
este sacrificio perdure". Ifuil puede ser una firma. Otra palabra,
indescifrable, está grabada en la parte baja de la piedra.

En el pie del Cerro Guazú hay un dolmen de 10 metros de alto con grabados de un sol radiante y la inscripción rúnica "os leuo liuth" - "Himno de
Odin, Dios Sol".

La cadena del Cerro Corá es un anillo de montañas de alrededor de 5 kilometros de diametro y se encuentra a 25 kilometros al oeste de la ciudad de Pedro Juan
Caballero. Se encuentra dentro de un Parque Nacional de Cerro Kora. Sin
embargo, la zona "crucial" donde está la enorme losa que sería la
tapa de un cementerio, se encuentra en una zona militar cerrada.


Nos preguntamos:

¿Por qué será que ha sido declarada "Zona Militar" y restringida al acceso?

Lea la Obra de Jacques de Mahieu: El Rey Vikingo del Paraguay

No hay comentarios: