Lengua Guarani

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Ára Pyahu

sábado, 17 de octubre de 2020

GRACIAS A DIOS

 GRACIAS A DIOS

Ohai: David Galeano Olivera

 Leer original (hacer clic) en (https://lenguaguarani.blogspot.com/2020/10/gracias-dios.html)

Leer también en (https://dgaleanolivera.wordpress.com/2020/10/18/gracias-a-dios/)


         La población paraguaya como la de muchos otros países del mundo tiene una fuerte tradición Cristiana Católica en todos los estratos sociales o en los diferentes ámbitos geográficos (sobre todo en las zonas rurales), y permanentemente “invoca” a Dios en diversos momentos del vivir cotidiano y más aún en los momentos difíciles. De hecho, lo mismo ocurre con las muchas otras confesiones religiosas que existen en el mundo. No perdamos de vista que todas las sociedades, en sus inicios, se caracterizaron por desarrollar una vida religiosa, inspirada en Dios y vivida por y para Dios. Ocurre –repito- tanto en las sociedades cristianas, como también en las musulmanas, budistas y por supuesto, en la Guarani. Es imposible concebir la cultura Guarani sin tener como punto de partida a la religión, donde Dios es Ñande Ru (Ñane Ramói, Ñanderuvusu, etc) y el vivir diario se inspira en Él.



         Siempre me llamó la atención la manera en que la gente utiliza la más común o popular de las frases que alude a Dios y es “gracias a Dios”, así por ejemplo, a la pregunta “rendiste bien?”, la respuesta más probable es “sí, gracias a Dios”, o bien, “cómo andás?” y lo más probable es que recibamos como respuesta un “bien, gracias a Dios”. A la pregunta “y la familia?”, la respuesta más frecuente es “bien, gracias a Dios”. Y esto lo dicen pobres, ricos, analfabetos, instruidos, hombres de ciencia, autoridades, políticos, etc. Esto nos confirma que, consciente o inconscientemente, existe una tendencia, en la conciencia colectiva, de recordar a Dios y expresarle la gratitud por el bienestar y la prosperidad espiritual, moral y material.

 

         También es común en el hablar del paraguayo el hacer depender de Dios alguna idea o acción ideal o concreta, natural o cultural; así, la gente de cualquier extracción como lo mencionamos antes, dice la frase “si Dios quiere”. Así, por ejemplo, “Va a llover, si Dios quiere”, “Voy a pasar de curso, si Dios quiere”, “Voy a conseguir trabajo, si Dios quiere”. Por otra parte, también los adultos (padres, madres, abuelos, abuelas, padrinos, madrinas, tíos y tías), hasta hoy dan la bendición diciendo “Dios te bendiga”, es como si fuera que ellos son los depositarios de la bendición de Dios. El interesado se acerca a ellos pidiendo “la bendición papá o la bendición mamá” y la respuesta es “Dios te bendiga”. Esto demuestra, en el fondo, la necesidad del paraguayo de contar con la bendición o protección de Dios.

 

         Otra fórmula conocida y siempre usada es “Dios se lo pague”, que en Paraguay en muchos casos se dice “Dio se lo pague” y se aplica cuando alguien recibe un favor, atención o ayuda y reconociendo el valor de ese gesto, el receptor responde con un “Dios se lo pague”. En otras palabras, Dios pagará a aquel benefactor ese gesto de desprendimiento al semejante pero cuándo, dónde y cómo Dios se encargará del pago, eso es un misterio. Sin embargo, la gente cree que eso es o será así.

 

         Por muchas razones, a lo largo de mi vida, recorrí varios hospitales y en ellos siempre existe un oratorio o imágenes o textos alusivos a Dios. También escuché a médicos y enfermeras recomendando rezar para una pronta curación. Varios amigos médicos me dijeron que antes de alguna cirugía se santiguan o persignan o dicen alguna oración o se encomiendan a su santo protector o patrono. Esta práctica se hizo más evidente en esta pandemia, donde la muerte y el dolor nos tocaron más de cerca.

 

         Estas son solamente unas pocas referencias a Dios en este escrito. Hay otras expresiones referidas a Dios que se pueden ver en las calcomanías pegadas a los vehículos, como por ejemplo, “Dios es amor”, “Dios es grande”, “Dios en tus manos encomiendo mi alma”, “Dios es mi pastor, nada me faltará”, “Dios guía este vehículo”, etc.

 

         Más allá de cualquier polémica, Dios existe en la convicción de la gente.

 

         Como estudioso de la cultura y del modo de ser o de vivir de la gente, lo expuesto deja en claro el valor de Dios en el devenir de la población y sería de necios negarlo. Dios -más allá de la religión misma y de su práctica- tiene una presencia poderosa en la gente, sin importar su filiación política, su formación académica, su condición económica, su preferencia deportiva, etc. Se puede decir que todos tenemos un altar en nuestro interior, donde resuena la frase... “Gracias a Dios”.

 

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Ver Youtube en (https://www.youtube.com/watch?v=OB2o0sCZF1g)



 

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